Viveros de tortugas: una esperanza de vida

Desde julio, los recolectores salen en busca de los huevos para ser llevados a los viveros que buscan asegurar la eclosión y liberación de los neonatos.

descripción de la imagen

Por Iliana Ávila

2021-08-02 4:30:13

En el vivero de la playa el Icacal, ya iniciaron con el proceso de recolección de huevos de tortugas marinas, con el único objetivo de preservar la especie al evitar que estos terminen siendo comercializados para el consumo humano.

El trabajo inició desde junio con la preparación del corral ubicado a la orilla de la playa, cercado con madera y malla ciclón, con capacidad para recibir más de 70 mil huevos de tortugas. Es a partir del mes de julio que las tortugas marinas de las especies carey, golfina y baule buscan las playas de El Salvador para desovar.

El viverista Juan Carlos Hernández, también pescador de esta playa en Intipucá, La Unión, cuenta que los primeros nidos fueron incubados el 22 de julio. Una señora encontró 294 huevos de la especie golfina, “estos fueron divididos en tres nidales, y son los primeros que tenemos anidados en el vivero. Se estima que en 40 a 45 días ya están los neonatos en eclosión, es decir que para inicio de septiembre estarían naciendo los primeros neonatos de la especie golfina”, comenta.

Hace siete años, el vivero inició con la liberación de 2 mil neonatos de tortugas marinas. En 2020, albergaron 67 mil huevos cuyos neonatos fueron liberados en agosto; y para este año esperan llegar a los 70 mil huevos, aunque Carlos Hernández considera que a la fecha se encuentran “atrasados”, debido a que las mareas altas no permiten que las tortugas lleguen anidar.

“Debido a las altas mareas es viables que estos programas de conservación de tortugas marinas se mantengan, puesto que las tortugas ya no tienen sitio donde anidar, no es tanta la amenaza por la comercialización sino por no tener el sitio adecuado donde poner sus huevos. Si se dejan en los nidos a través de zonas naturales se pierde todo por el cambio brusco de la marea, hace que los huevos se pudran”, comentó Hernández.

De enero a la fecha las mareas vivas en playa El Icacal han ingresado unos 10 metros dentro de las propiedades y dañado los terrenos, arrastrando grandes árboles. Algunos propietarios han colocado llantas usadas como especie de barrera para detener la fuerza del agua, pero la llanta termina esparcida por la playa.

“Si la tortuga desova y le cae una marea alta los huevitos se pierden, nosotros hacemos la lucha de llevar los huevos a los viveros de tortuga peleando con el mar para poder proteger estas especies”, agregó Hernández.

En la playa el Icacal, son 90 recolectores de huevos los que se encuentran inscritos. Reciben un incentivo: “se les da $1.88 por 14 huevos porque el recolector deja $0.62 en un plan de ahorro” comenta Hernández. Este aporte viene del Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) y el proyecto en particular es administrado por la Agencia de Desarrollo Local de La Unión (ADEL).

Los programas de conservación de tortugas marinas representan un ingreso para los pescadores o recolectores, de igual forma los recolectores pueden optar a diferentes talleres de aprendizaje de elaboración de hamacas, panadería o artesanía, que son impartidos en las instalaciones del vivero.