Felipa Cisneros de García, de 67 años; acompaña a su esposo Adrián García, de 73 años, a las tareas de la agricultura en el cantón Llano de Los Patos de Conchagua; aseguran que las mujeres también saben desempeñarse en los trabajos que normalmente se está acostumbrados que lo hagan los hombres.
Con recipiente en mano que contiene el fertilizante, una gorra sobre su cabeza, la mujer camina los surcos de las plantaciones de maíz; “le estoy tirando abono a los matitas de maíz, animé a mi esposo y lo acompañé porque ya no quería luchar por recuperar las plantaciones porque algunas se le dañaron con la mucha lluvia que a caído en la zona”, agregó Felipa.
La idea de los esposos es recuperar un poco de la cosecha para hacer tamalitos, y disfrutarlos con crema y cuajada.
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Felipa es originaria de San Miguel, se crió trabajando en los cafetales del volcán Chaparrastique; pero al casarse con Adrián, tuvo que aprender los quehaceres de la agricultura, “en la zona rural las mujeres también salen a trabajar la tierra, hay muchas madres solteras que se dedican a sembrar maíz y de ahí sostienen a sus hijos”, indicó la mujer.
Don Adrián, dice que había perdido las esperanzas de recuperar sus plantaciones de maíz, porque la mucha lluvia y las condiciones del terreno plano le provocaron inundaciones en su milpa.
“Mi esposa es el mozo que traigo a trabajar, andamos los dos abonando las “matitas” de maíz, porque la mucha agua atrasó el crecimiento, pero tengo fe que lograremos sacar un poco de maíz para hacer los tamalitos”, agregó Adrián.
En las faldas del volcán de Conchagua; muchas mujeres salen todas las mañanas a trabajar en la siembra de frijol, maíz, y algunas hortalizas.