LA UNIÓN. Los fuertes oleajes que se registran, desde junio pasado, en la playa El Icacal, del municipio de Intipucá, ponen en riesgo el corral de protección de la tortuga marina en el cual, actualmente, incubanos 2,554 huevos
Las olas, que superan los cuatro metros de altura, han llegado hasta el corral de incubación provocando que el terreno se vaya reduciendo y ya se registran los primeros daños; en junio , el agua dañó varios nidos en donde estaban 500 huevos de la especie Golfina.
La erosión ha reducido el espacio del vivero. Antes era de 20 por 10 metros, ahora queda un área de 5 por 5 metros de ancho y largo.
Los corrales están a orillas de la playa, son hechos de madera y rodeados con malla metálica; con un relleno de arena para hacer los orificios de los nidos y enterrar los huevos, los cuales son monitoreados por los encargados del corral.
Debido a los daños, trabajadores del vivero tuvieron que trasladar los huevos, es decir sacarlos de los nidos y llevarlos a otra parte del corral.
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La medida es mientras logran tener el apoyo de alguna institución para la construcción de bordas u otras retenciones para que las olas altas no sigan minando el terreno.
Los 2,554 huevos de las especies de Golfina y Prieta se encuentran incubados en 32 nidos; ese número aumenta cada día con la recolección de huevos que hacen los pobladores en la playa.
El vivero es un proyecto financiado por el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (FIAES) ejecutado por la Asociación de Desarrollo de La Unión (ADEl), con el apoyo de la comunidad.
El alcalde de Intipucá, Leonzo Gallo, dijo que se han comprometido en hacerles unas bordas de arena con sacos de nailon, y que es lo único que pueden hacer porque las alcaldías están sin dinero ante la falta del desembolso del Fondo de Desarrollo Local (FODES).
Carlos Hernández, encargado del vivero, manifestó que se reubicaron los nidos más al interior del corral, se tomaron todas las medidas para evitar no dañarlos en ese traslado.
Hernández dijo que sufrieron el primer daño en junio porque las olas tienen una fuerza mayor a los 85 kilómetros por hora, con una altura de más de 4 metros.
36,000
Es la cantidad de huevos que el proyecto tiene como meta incubar durante la temporada de desove de las tortugas que comprende desde junio hasta diciembre.
Ese comportamiento del mar no solo está afectando al vivero, también ha dañado algunos muros, portones y bardas de llantas de algunas propiedades en la playa.
“Lo que pedimos a las instituciones del gobierno que nos apoyen a trabajar porque se necesitan hacer unas obras de contención con sacos y arena a orillas del terreno porque de lo contrario es posible que todo el corral se destruya”, agregó Hernández.
Óscar Gallo, jefe de la unidad de Catastro de la alcaldía de Intipucá, expusó que harán barreras muertas para proteger el vivero “ya se sabe que el agua no se puede detener, solo se puede desviarla para que no llegue con esa altura y fuerza al vivero”.
“Nosotros ya pasamos la información a la Red Local de Observadores Locales (ROLAS) del Ministerio del Medio Ambiente, pero en sí no se han manifestado al respecto”
Para construir las barreras usarán troncos de maderas que han sido arrastrados por los mismos oleajes y que se encuentran esparcidos en la playa.
“El trabajo será hecho por una cuadrilla de 12 personas y durarán varios días, la misión no es fácil porque no tenemos dinero para hacer otros tipos de trabajo en el lugar”, agregó Gallo.
Para algunos pescadores de la zona es de preocupación porque los oleajes se han incrementado metros de altura en comparación con años anteriores; este año ha arrastrado grandes árboles.
A la costa salvadoreñas llegan cada año cuatro de los cinco tipos de tortuga marina, estas son: la Prieta, Carey, Golfina y Baule, esta última está en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.