En un área de terreno de un kilómetro a la redonda aproximadamente, investigadores y equipos de inteligencia de la policía, mantiene un amplio dispositivo de custodia en una barranca nutrida de cafetales que pertenece a la finca Los Reyes, en el municipio de Nahuizalco.
Los policías afirman que en la zona acordonada con cinta amarilla, hay mucha evidencia que los lleva a creer que en lugar hay varios hoyos donde podrían estar enterrados los cinco familiares del preparador físico del equipo de fútbol de Sonsonate, Omar Pimentel.
Las sospechas sobre el múltiple hallazgo lo refuerza una supuesta información que ha brindado un pandillero que ha decidido criteriarse (colaborar con las autoridades a cambio de beneficios) para encontrar los cuerpos.
Desde el martes en la tarde los investigadores reforzaron la custodia del lugar con policías élite y ayer en la mañana patrullaron todo el terreno y delimitaron la zona donde ha señalado el pandillero.
Más de nueve vehículos entre patrullas y carros particulares de investigadores entraban a la referida finca por diferentes lugares para realizar las tareas.
En algunos viajaban policías con uniformes de rutina y otros con vestimentas que usan los investigadores del Laboratorio Científico de la Policía.
El despliegue policial para encontrar 5 miembros de la familia desaparecida en Nahuizalco
Los policías afirman que en la zona acordonada con cinta amarilla, hay mucha evidencia que los lleva a creer que en lugar hay varios hoyos donde podrían estar enterrados los cinco familiares del preparador físico del equipo de fútbol de Sonsonate, Omar Pimentel.
La finca Los Reyes parece un laberinto, tiene conexión con la finca Los Trozos y otras más. Por eso los policías ayer entraban por diferentes lugares, pero el ingreso conocida como La Panadería, es el más fácil y es la que sospechan los investigadores que habría entrado la familia de Pimentel con los supuestos secuestradores.
Las angostas calles polvosas que tiene la finca pierden a cualquiera, por eso los detectives han marcado la ruta con señales con ropa y recipientes de plástico.
Los agentes que custodian la zona no permiten que se acerquen los periodistas a pesar que la cinta amarilla se encuentra a más de medio kilómetro de distancia, donde se supone que empieza el lugar que recorrieron los sujetos con las víctimas.