La angustia del desempleo llevó a dos hermanos a ser emprendedores
William considera que el arte de transformar las botellas de vidrio no fue algo que fue sacado de la “manga de la camisa”, fue producto de una serie de situaciones que tuvo que enfrentar hasta llegarse el día que comenzaría a ver la cosecha del emprendimiento del que en un inicio muchas personas se burlaron de su idea.
Cuando William Erick Hernández se quedo sin su empleo de higienista dental y las presiones económica empezaron, comenzó a desempeñar una serie de trabajos como obrero en una maquila, vendedor de café, de refrescos y reciclador de botellas de cerveza y vino.
Pero el trabajo de reciclar lo llevo a otro nivel, que le exigió usar su creatividad y lo convirtió en un artesano, porque ahora transforma esas botellas que muchos desechan en vasos, jarras, tequileros, copas, ceniceros, lámparas y otros.
Con ayuda de su hermano Bill Hernández, han creado “Moon Glass”, cuyo eslogan es ayudando a salvar el planeta. El naciente negocio está ubicado en el cantón Primavera del municipio de Santa Ana.
El joven considera que la idea de transformar las botellas de vidrio fue una bendición que Dios tenía preparada para él, pues la mayoría de gente recoge latas y la materia prima con la que él trabaja no muchos le toman importancia. “Me fui y encontré una botella que estaba bien sucia y la recogí, me vine a la casa y me puse a orar, de repente escuche una voz que me dijo haz un vaso y yo te voy a ayudar, ase fue lo que me dijo y eso fue mi motor. Realmente la considero como una de las mayores bendiciones en mi vida”, cuenta.
Él considera que el arte de transformar las botellas de vidrio no fue algo que fue sacado de la “manga de la camisa”, fue producto de una serie de situaciones que tuvo que enfrentar hasta llegarse el día que comenzaría a ver la cosecha del emprendimiento del que en un inicio muchas personas se burlaron de su idea.
Cuando la desesperación de no poder aportar económicamente a la casa se había apoderado de William , su cuñado, un vendedor de pan en el Lago de Coatepeque, le dijo: “en el lago hay un montón de latas sino te da pena basurear démole”.