El juzgado Cuarto de Sentencia de San Salvador condenó a tres supuestos pandilleros por el asesinato de la señora Flora Margarita Suárez Rosales, de 76 años, el 30 de agosto de 2019.
Erick René Reyes Claros fue condenado a purgar 30 años de prisión porque el tribunal consideró que fue el responsable de la muerte de la señora Suárez Rosales. Además lo condenaron a pagar $12,500 como indemnización a la familia.
“Con prueba pericial, lo cual lo ubica en las escenas del delito”, dijo la fiscal del caso con respecto a que fue Erick René el que asesinó a la señora Suárez Rosales.
Los otros condenados, Roberto Ernesto Mancía Romero y Henry Giovanni Reyes Claros; recibieron una pena de tres años de cárcel, pero sin que sean reemplazados por otra medida.
El tribunal consideró que éstos últimos encubrieron a Erick René por el asesinato y por esa razón les impuso los tres años de prisión, según la Fiscalía General.
Emerson Javier Nerio Elvira y Gustavo Alexander Méndez; fueron exonerados de los cargos. Ellos eran procesados en libertad.
“Esta representación fiscal va a revisar la resolución que este tribunal emita a efecto de analizar los argumentos en relación a las dos personas restantes (las que fueron exoneradas de cargos)”, dijo la fiscal del caso.
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Las investigaciones fiscales determinaron que la víctima recibió una brutal golpiza con objetos contundentes y luego lanzaron su cuerpo a la piscina del casa donde ella residía sola situada en la calle Federal de Alemania en la colonia Escalón.
La señora Suárez Rosales acostumbraba a salir todas las mañanas a ejercitarse. Los condenados aprovecharon que ella hacía ejercicios fuera de su casa para poder entrar a su casa.
Las investigaciones arrojaron que el propósito de los ahora condenados era robar prendas de valor, dinero y el vehículo.
Entre las pruebas que se conocieron en el juicio, aportadas por la Fiscalía General, estaba un video generado por las cámaras de seguridad en las que se observan cuando sacaban el vehículo de la casa.
Posteriormente fue hallado en una finca situada en San Antonio Abad. Su localización fue posible por una denuncia ciudadana al sistema de emergencia 911.
Las autoridades encontraron en el auto un televisor plasma y reproductor DVD propiedad de la víctima. También descubrieron las huellas dactilares de Erick René en el mismo.
A Erick también lo captaron las cámaras cuando rondaba la casa de la víctima, desde antes del crimen.
Las investigaciones fiscales apuntan que los condenados son pandilleros que residen en una comunidad cercana a la vivienda de la víctima, lo que se les facilitó darle seguimiento por varios días a la víctima para después cometer el homicidio agravado de la señora Flora y robarle sus pertenencias.