El Juzgado de Instrucción de San Marcos resolvió enviar a juicio o vista pública a César Gustavo Valdez Sánchez, por los delitos de homicidio culposo y conducción peligrosa, luego de que entre el imputado y los padres de Johanna y Mario Miranda Flamenco no llegaran a un acuerdo conciliatorio.
Valdez Sánchez es acusado de causar la muerte de los hermanos el 3 de marzo pasado, durante un accidente de tránsito ocurrido en el kilómetro 12 de la autopista a Comalapa.
Según las investigaciones policiales y fiscales, el imputado conducía en estado de ebriedad cuando fue a estrellarse con la parte trasera de una rastra que estaba estacionada en ese lugar.
El día de la tragedia, Johanna y Mario fueron invitados a cenar por César Gustavo, un amigo de ella, aunque no tenían mucho tiempo de haber entablado dicha amistad, según explicaron sus padres.
Johanna, de 26 años, trabajaba en la unidad de Salud de Nejapa y en diciembre próximo recibiría su título de doctora en Medicina; Mario, de 33 años, era ingeniero industrial y trabajaba en una agencia bancaria.
Ella y su hermano eran muy unidos, por lo que compartían mucho de su tiempo libre. Ambos eran los únicos hijos de María Flamenco y Roberto Miranda.
Los padres Johanna y Mauricio, dos jóvenes profesionales que murieron en un accidente vial en marzo pasado, reclaman “que se haga justicia divina y terrenal” contra César Valdez, quien manejaba en estado ebriedad el auto en que los hermanos viajaban
Día de la tragedia
María y Roberto empeñaron todos sus esfuerzos para que sus dos hijos fueran profesionales. Los dos hermanos salieron ese sábado como a las 6:00 de la tarde de su vivienda en una colonia del municipio de Ciudad Delgado. A sus padres les dijeron que irían a cenar al mercado Cuscatlán.
Roberto recuerda que se acostó a las 11:00 de la noche y sus hijos aún no habían llegado. Confiado en que eran dos personas de conducta responsable, se durmió. A las 3:00 de la madrugada se despertó y se percató que sus hijos no habían llegado. Algo inusual.
Comenzó a llamar a sus teléfonos, pero ninguno respondía. Pero a los pocos minutos recibió una llamada de una amiga de Johanna. Lo que escuchó lo dejó helado: Sus dos hijos estaban muertos en Medicina Legal.
Luego recibió las llamadas de una doctora y de un policía, confirmándole la tragedia.
Ambos jóvenes fueron llevados a Medicina Legal como desconocidos pues, según Roberto, las carteras de ambos no fueron encontradas en el lugar del accidente.
“Éramos súper felices con nuestros hijos”
Han transcurrido más de seis meses desde que Roberto Miranda y María Flamenco se quedaron huérfanos de hijos.
“No es fácil para mí, despertar a media noche y ver a mi esposa que está llorando por nuestros hijos”. dice Roberto al mencionar algunas secuelas que la tragedia les infligió.
Johanna y Mauricio eran los únicos hijos de Roberto y María. Pero de la noche a la mañana, se quedaron solos.
Ahora lidian con la soledad; el único consuelo para ambos son los recuerdos que han diseminado por toda la casa.
En la habitación de Johanna, están los estetoscopios que la joven ocupó durante toda su carrera universitaria y un esqueleto humano.
María mantiene aseadas y ordenadas las habitaciones de sus dos hijos, como cuando ellos no habían muerto. Pareciera que los espera.