Detrás de un celular y a puertas cerradas, más de 300 jóvenes del occidente del país participaron del primer campamento online en semana santa. La Iglesia Adventista de El Salvador desarrolla cada año tres campamentos a los que asisten niños, adolescentes y adultos. Sin embargo, desde que se decretó la cuarentena como medida preventiva ante el Covid-19, las autoridades de la Iglesia tuvieron que suspender inmediatamente todas las actividades eclesiásticas.
“¿Cómo haremos para que los jóvenes no pierdan el entusiasmo que tenían de ir a campamento?”, fue la pregunta que se hizo Saúl Aguilar, quien es pastor y director departamental de jóvenes del occidente del país. El desánimo y la incertidumbre comenzó a surgir entre los niños y adolescentes de la Iglesia cuando el pasado 15 de marzo el gobierno prohibió las aglomeraciones de más de 200 personas. “Los jóvenes siempre esperan con ansias la semana santa para participar de este campamento. Desde meses antes se vienen preparando”, manifiesta el director departamental.
Fue a raíz de todas las restricciones por el coronavirus que los jóvenes, junto a los líderes de la Iglesia, tuvieron la idea de realizar el primer campamento online. “En 60 años que tenemos de acampar, esta es la primer experiencia participando desde nuestras casas”, asegura Saúl Aguilar. Aunque gran parte de los jóvenes aceptaron el reto, las autoridades de la Iglesia comentan que en los campamentos anteriores se inscriben más de mil y se hacían uso de locaciones al aire libre, con mucha vegetación y cerca de un río.
Dentro de cada una de las actividades, las que más sobresalen son las llamadas “formativas” en donde se suman muchas participaciones que tienen el objetivo de que los jóvenes muestren sus habilidades, conocimientos y destrezas, tales como primeros auxilios, vendajes, deporte, ejercicio físico, entre otros.
Cada familia familia participante armó su tienda de campaña dentro de su hogar. Algunos, en redes sociales han subido fotografías en donde arman su tienda de acampar en la sala, en el patio o incluso algunos se atreven en el techo de sus casas. “Queremos que este campamento sea de mucha alegría para nuestros jóvenes en un momento donde hay tensión por la pandemia del coronavirus, siempre tomando las recomendaciones de higiene”, reflexiona Aguilar,.
Estudiantes de Nicaragua se unen al campamento online
10 jóvenes salvadoreños que se encontraban estudiando en la Universidad Adventista de Nicaragua, en Managua, quedaron varados después de que el gobierno de El Salvador decidiera cerrar sus fronteras. Ante esta situación, tomaron la decisión de formar parte del campamento virtual. “Aqui en Nicaragua, por la situación de la pandemia, todos los campamentos fueron cerrados. Por lo tanto, vimos en redes sociales lo que la Iglesia de El Salvador estaba haciendo y tomamos a bien unirnos en esta semana santa”, manifiesta Erika Hernández, quien es una de las estudiantes varadas en Nicaragua.
“¿Que voy a a hacer en el cuarto? Estaré aburrida en el cuarto”, se preguntaba constantemente Erika al iniciar la semana santa. Sin embargo, la joven expresa que sus días han sido muy divertidos en compañía con el resto de sus compañeros, quienes en sus redes sociales comparten fotografías y videos de todo lo que están haciendo a la distancia. “La experiencia ha sido muy bonita. Hemos sentido como que hemos acampado de verdad sin necesidad de exponernos en la calle”, manifiesta la estudiante.
Familias más unidas en Semana Santa
El campamento dio inicio el pasado miércoles y finalizará el llamado “domingo de resurreción”. “El campamento tiene tres áreas importantes que son el cuerpo, la mente y el alma”, declaró el director departamental de jóvenes. “Además de las actividades físicas, queremos que nuestros jóvenes, junto a sus familiares, aprovechen el espacio para orar por las personas en el mundo que están siendo afectadas por el coronavirus”, señala.
En el municipio de Colón, La Libertad, una familia que está participando del campamento online comenta que ha sido una oportunidad para estar más unidos y distraerse después de confirmarse el primer caso local de coronavirus en la zona. “Hubo un momento que el encierro y las noticias nos llevó a tener mucha ansiedad. Mi hija hasta llegó a pensar que estaba infectada por el virus”, señala Vilma Pérez, quien dentro de su vivienda se sumaron a participar del campamento online.
“Al encender nuestros televisores podemos observar lo difícil que se está volviendo la situación en nuestro país,”, manifiesta el pastor Saul Aguilar, recalcando que uno de los mayores objetivo del campamento es que se convierta en un “oasis” para que las familias se olviden en semana santa de todo lo negativo que está bombardeando a nivel nacional e internacional. “Deseamos que todas las familias de El Salvador hagan actividades que despejen sus mente desde casa, sin olvidar las recomendaciones para protegernos de la pandemia”, invita Aguilar.