Con mucho esfuerzo, jóvenes becarios de la isla Perico aspiran a ser marinos mercantes

Están cursando el bachillerato naval y enfrentan dificultades para conectarse a Internet y recibir las clases virtuales.

descripción de la imagen
Jóvenes becarios de la isla Perico aspiran a ser los primeros marinos mercantes. Foto EDH/ Insy Mendoza

Por Insy Mendoza

2020-11-15 11:25:53

Delmy Aracely Cruz Marquina, de 18 años; y Yonis Rafael Castro Torres, de 17, cursan el primer año de bachillerato técnico Naval en el Instituto capitán de navío César Yánes Urías, en la Base Naval de La Unión.

Son jóvenes de familias de extrema pobreza que residen en la isla Perico, municipio de San Alejo, que sobreviven de la pesca artesanal y la extracción de conchas. Fueron beneficiados con una beca por parte de la Fundación Salvadoreña de la Florida (Fusaflor), para que saquen el bachillerato.

La beca les cubre la alimentación, compra de uniforme, calzado, libros y otros materiales didácticos que necesiten.
Ambos aspiran a finalizar con éxito los dos años del bachillerato; y con la esperanza que la fundación les continúe dando los beneficios para estudiar el curso de Marinos Mercantes, con el que consideran tendrían oportunidades de ingresos económicos para sus familias.

Ernesto Sánchez, presidente de Fusaflor visitó a los dos becarios en la isla Perico. En la imagen Sánchez posa junto a Delmy. Foto EDH/ Insy Mendoza

Cuando tienen tiempo libre y están en la isla se van a trabajar en la pesca artesanal, salen con sus redes en busca del alimento para poder ayudar a su pequeña economía familiar.

La suspensión de clases presenciales debido a la emergencia sanitaria por el COVID-19 les afectó mucho, debido a que en la isla es mala la conexión a internet. Por lo que deben de irse a unos pedreros a orillas de una playita para buscar señal y conectarse para recibir las clases y hacer las tareas.

? TE PUEDE INTERESAR: Gaby, la joven no vidente que emprendió su negocio de masajes relajantes en La Unión

Delmy Cruz Marquina dice que el estudio se les complicó desde que las clases las están recibiendo de forma virtual. Ellos tienen que caminar y encontrar el punto exacto donde puedan conectarse, “en la isla no tenemos buena conexión para internet, tenemos que buscar las orillas de las playas para conectarnos y no perder el estudio”.

Delmy y Yonis buscan un punto de la isla donde pueden conectarse a internet. Foto EDH/ Insy Mendoza

“Estoy muy agradecida con don Ernesto Sánchez y la Fundación por la beca, porque de lo contrario no estaríamos estudiando, solo trabajando en la pesca artesanal; y nuestro gran sueño es ser marino mercante”, agregó Cruz Marquina.

Yonis Castro manifestó que al terminar el bachillerato quiere continuar con sus estudios y sacar el curso de Marino Mercante, a pesar de las dificultades de la falta de señal en la isla, y el gasto que deben hacer para tener datos y conectarse para recibir sus clases, es un sacrificio que al final tendrá su recompensa.

“La beca es un gran beneficio que nos cubre todo lo que necesitamos en comida cuando estábamos viajando a la Base Naval a estudiar, para la compra de algunos útiles escolares o para las tareas que se hacen gastos”, agregó Castro.

Yonis junto a Ernesto Sánchez, presidente de Fusaflor. Foto EDH/ Insy Mendoza

María Torres, madre de Yonis, afirma que los dos becarios no cuentan con una computadora portátil para poder hacer las tareas que les asignan en clases virtuales, “ellos quisieran hacerlo como el resto de sus compañeritos, pero como no tienen la computadora, lo hacen a manuscrito y así presentan los trabajos”.

Recientemente, Ernesto Sánchez, presidente de Fusaflor, visitó la isla para conocer a los jóvenes becarios y las condiciones de pobreza en la que viven muchas familias.

La fundación tiene varios años de estar beneficiando a los isleños con donativos en juguetes para los niños de la comunidad, anteriormente becó a dos jóvenes para que sacaran sus estudios de enfermería.

? TE PUEDE INTERESAR: Intipucá Beach, la marca a impulsar por la alcaldía y empresarios para posicionar el municipio en el turismo

“Allá por el 2003 me enteré por una publicación de El Diario de Hoy, de la situación en la que viven las familias de la isla, y desde entonces con la coordinación de una amiga Mirna Mayen se logró dar algunas becas y llevar alegría a los niños para el mes de diciembre”, agregó Sánchez.

Las familias de la isla Perico no cuentan con servicio de agua potable. Foto EDH/ Insy Mendoza

Sánchez agregó que al visitar la isla constató que es una comunidad que está olvidada, y que es visitada solamente cuando necesitan los votos, es una tristeza de cómo se aprovechan de las personas.

En la isla Perico no cuentan con el servicio de agua potable

Son 28 las viviendas las que conforman en la isla Perico, y una en la Periquito. En total son 34 las familias con una población de 120 personas, las que tienen más de una década de vivir en situaciones de extrema pobreza.

A falta de agua potable, deben de abastecerse de unos pocitos artesanales donde sale agua con menos salinidad, durante la marea seca deben de aprovechar para lavar ropa, trastes y acarrear agua hasta para bañarse.

Mientras, el agua para el consumo se la proporciona la Base Naval de La Unión, dos veces por semana, y algunas familias viajan en sus pequeñas lanchas para abastecerse hasta La Unión.

Marisol Fuentes, profesora de la isla, dice que hace varias semanas recibieron la visita de un grupo de militares de la Embajada de Los Estados Unidos, llegaron hacer un estudio de campo con el propósito de buscarles ayuda en unos filtros para que puedan purificar el agua lluvia.

“Nos dijeron que la idea era conseguir ayuda en unos filtros para que nosotros podamos purificar el agua dulce que consigamos de pozos o la que cae de la lluvia, eso sería un gran beneficio para nosotros la comunidad”, agregó Fuentes.

? TE PUEDE INTERESAR: “Sobrevivo por milagro y voluntad de Dios”. Pablo Herrera fue arrastrado en su carro por las corrientes de una quebrada en Santa Rosa de Lima

Las viviendas de la isla cuentan con paneles solares en cada vivienda, fue un proyecto financiado por la Agencia de Los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a través de la Fundación Salvadoreña para la Promoción Social y El Desarrollo Económico (FUNSALPRODESE).

Conoce la forma de abastecerse de agua en la isla Perico por falta del servicio