Fidel Alex Díaz fue ultimado a los 26 años; su muerte se debió a un acto de intolerancia de parte de su vecino, quien vivía a dos cuadras de su casa.
Eran las 8:00 p.m del jueves pasado cuando Fidel vio que un niño, familiar suyo, había sido mordido por un perro.
Lo primero que hizo fue indagar si el perro era callejero o si tenía dueño. Al darse cuenta de que el animal era de un vecino suyo tomó el vehículo y se dirigió a la casa del hombre con el propósito, según sostuvo un amigo del joven, de constatar que el perro hubiese estado vacunado.
Pero al bajarse del vehículo, el vecino ya lo esperaba con un arma, la cual no dudó en usar una vez Fidel se aproximó.
Un policía de la subdelegación de Aguilares dijo que el joven recibió un balazo en la cabeza. El hecho se dio en la colonia Pampitas, del municipio de Aguilares, al norte de San Salvador. El oficial dijo además que al parecer había riñas entre el vecino y Díaz desde hace un tiempo.