Desde la tarde del domingo anterior, los habitantes del cantón Santa Rosa están dolidos por la muerte de tres de los suyos, a quienes describen como trabajadores; gente que no se metía en problemas con nadie.
"Es dura esta noticia. Todo el valle ha sentido la muerte de esta gente. Aquí la mayoría de la gente estamos desconcertados", afirmó un lugareño.
A Joshua lo recuerdan como un niño bien despierto y juguetón a quien se acostumbraron a ver jugar en el parque de la comunidad con otros niños de su edad, o acompañando a su padre mientras éste pastaba sus vacas y las de su suegro.
A Yeni la recuerdan como una mujer luchadora que por las tardes vendía pupusas y otros bocadillos típicos en un chalet a un costado del parque, aunque últimamente había menguado en esa actividad por dedicarse a vender ropa, zapatos o haciendo trabajos de cosmetología a domicilio.
A Medardo lo describen como un joven que trabajaba en tareas agrícolas, ayudaba a su mujer, cuidaba a Joshua y en las tardes salía a pastar unas vacas que últimamente había comprado.
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El cantón Santa Rosa está a más de 60 kilómetros al norte de San Salvador y se localiza a poca distancia de las riberas del río Lempa y del embalse Cerrón Grande. De ahí que, según sus habitantes, el trabajo en la agricultura nunca falta. Arrozales, canales y maizales son los cultivos en los que más trabajan los lugareños.
Medardo trabajaba arduamente como jornalero. "Era un buen trabajador", dijo uno de sus amigos.
y Joshua, el hijo de ambos, los tres viajaban hacia Estados Unidos pero fueron asesinados. Foto EDH/ Menly Cortez
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¿Por qué se fueron?
Medardo ya había hecho un par de intentos de llegar de manera ilegal a los Estados Unidos, según refieren sus vecinos. La última vez estuvo detenido como cinco meses y lo habían escuchado decir que ya no lo intentaría.
Tanto la madre de Yeni como la de Medardo emigraron a Estados Unidos hace varios años. La mayoría de los familiares de ambos están allá, según refieren vecinos de Santa Rosa, de donde eran originarios tres de las víctimas encontradas asesinadas el domingo anterior en el caserío El Tigre, cantón La Shila, entre los municipios Jayaque y Sacacoyo.
"Uno se va tratando de mejorar" afirmó un vecino cuando le preguntaron si sabía por qué la joven pareja y su hijo se habían marchado hacia Estados Unidos.
"Cuando alguien anda en malos pasos, uno en la comunidad siempre se da cuenta, pero ellos no; eran luchadores los dos", comentó una mujer que vio crecer a la pareja y al hijo de ambos en el cantón Santa Rosa.
Lo que del viaje saben es que el coyote (traficante de personas) había acordado que llegaría a traerlos a las 4:00 a.m. del sábado.
Sin embargo, según allegados a las víctimas, la hora de salida fue adelantada y a la 1:00 a.m. del sábado, aparentemente el coyote les pidió que llegarán a una gasolinera próxima al cantón. Ante el cambio brusco del plan, supuestamente, Medardo y Yeni pidieron a un lugareño que los fuera a dejar a la gasolinera, aunque esto último no está confirmado.
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¿Quién es la cuarta víctima?
En Santa Rosa saben casi nada de la otra mujer, la cuarta víctima encontrada junto a los cuerpos de Joshua, Yeni y Medardo.
Algunos aseguran que era cuñada de Yeni, es decir, pareja de uno de sus hermanos, pero en el cantón no la conocían.
Tampoco saben dónde vivía o dónde la van a sepultar.
Lo que sí saben, afirman lugareños, es que Medardo posiblemente fue torturado por quienes cometieron la masacre. Lo aseguran porque en las fotos que han llegado a través de redes sociales, al ampliarlas se nota que al joven le calaron en la piel de la nuca algunas letras a manera de tatuaje.
Y los vecinos dicen que meterían las manos al fuego al apostar que Bernardo no tenía tatuajes.
Los habitantes de Santa Rosa también criticaron la poca información que las autoridades han dado sobre este caso que tiene desconcertados a los habitantes de ese cantón.
A media mañana del domingo, la Policía Nacional Civil, en su cuenta de Twitter escribió: "Lamentamos informar que hemos localizado 4 cadáveres en Caserío El Tigre, La Libertad. Se trata de 2 hombres y 2 mujeres. Nuestros equipos están verificando la escena. Ampliaremos en breve".
Pero la promesa de ampliar información sobre la masacre se quedó solo en eso porque no informaron de ningún otro dato.
En la tarde del domingo, algunos ciudadanos criticaron al mismo presidente de la República, Nayib Bukele, quien estuvo tuiteando sobre el desarrollo del partido entre las selecciones de fútbol de El Salvador y Costa Rica, pero no emitió ningún comentario sobre la masacre.