“Estoy desesperado por no encontrarlo “: abuelo de víctima en el caso Chalchuapa

Han transcurrido 50 días desde que se descubrió al asesino múltiple de Chalchuapa, un exmiembro de la Policía Nacional Civil, pero José Cruz sigue esperando que le entreguen el cadáver de su nieto, sin embargo nadie le da razón de dónde está el cuerpo.

José Cruz de 79 años llora la muerte de su hija y nietos. Los cuerpos fueron encontrados en una vivienda ubicada en Chalchuapa, Santa Ana. Alexis, una de las víctimas de la masacre, estudiaba el cuarto grado de medicina en la universidad. Video EDH / Jonathan Tobías

Por Jorge Beltrán Luna

2021-06-26 7:28:40

José Cruz lleva 50 días esperando dar sepultura a su nieto, Alexis Palomo Lima, de 23 años, su nieto, hijo de Mirna Cruz, de 57, y hermano de Jacqueline Cristina, de 26; ambas fueron asesinadas, según la Fiscalía, por un expolicía, el pasado 7 de mayo, quien hoy es un testigo para la Fiscalía.

Sus cuerpos fueron encontrados en la casa 11 del Callejón Estévez, de Chalchuapa, donde también fue capturado el hechor quien, según fuentes policiales y fiscales, confesó esos dos crímenes y otros más.

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La semana anterior, José creyó ver una luz al final de ese túnel de angustia, cuando lo citaron a él y a su esposa, a una oficina de la Fiscalía General de la República (FGR), imaginó que lo llamaban para entregarle el cuerpo de su nieto y que, por fin, le daría cristiana sepultura.

Pero no fue así. Regresó decepcionado. Lo mandaron llamar para una sesión de terapia psicológica, comentó José, muy decepcionado, frustrado porque no entiende cómo es que el sábado 8 de mayo unos investigadores policiales y fiscales le dijeron que uno de los dos cuerpos de hombres que estaban en el fondo de la fosa era de Alexis. El otro era el del hermano del presunto asesino.

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Incluso, le dieron detalles de cómo estaba uno de los cadáveres: el de Carlos estaba mutilado de ambas manos; el hermano lo había matado de esa manera, le dijeron.

“Yo estoy desesperado por no encontrarlo; hasta dije yo que castigaran al asesino para que dijera dónde está mi nieto”, dice José con su voz cargada de indignación.

“Cómo es posible que me dijeron que cuatro cadáveres estaban y no aparecer ahí mi nieto y el hermano de él sí estaba allí”, se pregunta el anciano a quien el expolicía le robó la vida de su hija y de dos nietos.