El jefe del Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), almirante Craig Faller, visitó ayer El Salvador para reunirse con el personal de la Embajada de su país y representantes del Ministerio de la Defensa de El Salvador.
Faller y su delegación se reunieron con el embajador de Estados Unidos, Ronald Johnson, para discutir cómo SOUTHCOM puede apoyar los esfuerzos conjuntos entre EE. UU. y El Salvador para reforzar la seguridad regional. El Comandante también se reunió con el Ministro de Defensa de El Salvador, René Francis Merino Monroy, y otros expertos locales en la materia.
El almirante llegó al país tras visitar Honduras y Guatemala, donde habló con el liderazgo diplomático estadounidense en estos lugares y socios locales sobre los beneficios y éxitos del trabajo conjunto en seguridad en la región. “A finales de esta semana, Faller visitará Costa Rica, donde participará en reuniones similares con líderes de la embajada de Estados Unidos y locales”, informó la Embajada Americana en un comunicado.
Además, la delegación diplomática informó que “durante su visita a El Salvador, Faller visitó el Centro de Monitoreo en Comalapa, (CSL por sus siglas en inglés), que opera en el país a través de un acuerdo entre los Estados Unidos y el gobierno de El Salvador”. Este Centro, añade, “tiene un papel clave en el apoyo a los esfuerzos multinacionales e interinstitucionales para combatir las organizaciones criminales transnacionales”.
Según este informe, las operaciones de este Centro ayudan, año con año, a detener más de $4,000 millones de tráfico ilícito en la región. “Su trabajo ayuda a mejorar significativamente la capacidad de los EE. UU. y los países socios para patrullar los corredores de contrabando del Pacífico Oriental, a través de los cuales transitan más de la mitad de las drogas que se dirigen a los EE. UU., a menudo cargamentos de varias toneladas”, dice el comunicado.
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De hecho, El Salvador, Honduras y Guatemala se han constituido en aliados importantes de los Estados Unidos en la lucha contra el contrabando y el narcotráfico que de América del Sur sale y busca llegar a territorio estadounidense.
Este tipo de cooperación para detener el crimen organizado transnacional es, junto a los esfuerzos para detener la migración irregular y de reforzar la seguridad ciudadana, es uno de los pilares principales de la relación bilateral de El Salvador con Estados Unidos y un pilar fundamental de la cooperación de ese país.