La situación no pinta nada bien en El Salvador. El infectólogo y médico internista, Iván Solano Leiva, recordó que la curva de contagios en vez de aplanarse va en aumento.
El contraste entre los datos que el Gobierno publica y los datos que manejan los expertos en salud pública que trabajan en las instituciones sanitarias pero que han sido “relegados” dan cuenta de un subregistro de contagios y muertes. Y no solo los números lo reflejan, también el colapso de los hospitales públicos y del Seguro Social, lamentó.
“En el caso de mortalidad hasta el 22 de junio, Salud reportaba en su página COVID-19, que actualiza el señor presidente (Nayib Bukele) a media noche todos los días, 126 personas fallecidas, pero la verdadera mortalidad que está manejando un grupo de personas no expertas en salud pública para esa fecha era de 729 salvadoreños. Es un subregistro de casi el 600%, eso no puede ser”, criticó Solano Leiva.
Iván Solano Leiva: “Podemos estar en la fase cuatro de transmisión”
El especialista denunció que quienes manejan la pandemia no son expertos en materia de salud pública que ya están en los hospitales y que han sido certificados incluso por el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), sino “expertos en marketing político”.
El desborde de centros de atención médica como el del Hospital General del ISSS, del cual se han revelado imágenes de pacientes en pasillos y en el parqueo acostados sobre colchonetas improvisadas y con tanques de oxígeno si con suerte logran alguno, son la muestra más fehaciente de que el sistema ya colapsó. Lo más crítico, según Solano Leiva, es que el 33% de las muertes son de personal de salud que está en primera línea sin contar con equipos de bioseguridad apropiados.
“Es increíble que en el Seguro Social a los colegas les están dando equipo de protección personal tipo 2 cuando debería ser un equipo de protección tipo 3, de mayor protección, y lo que es peor, deberían tener una mascarilla diaria, pero la van reciclando. Por eso el impacto en la población de salud”, lamenta.
“Aquí el llamado urgente y vehemente es a la directora del ISSS a que asuma la responsabilidad de brindarle a su personal el equipo adecuado para la atención de los pacientes”, argumentó.
Solano Leiva también critica que el Gobierno inauguró el hospital El Salvador en Cifco, ofreciendo descongestionar el resto de hospitales de la red pública y del ISSS, pero a semana y media de que Bukele abriera la primera ala, no hay 400 camas con unidades de cuidados intensivos como había prometido, sino 105 y sin personal médico.
“Si nosotros inauguramos un hospital ya debemos tenerlo con todo lo que requiere: el personal de salud que tendrá que atender a esa población, que vendría a desahogar muchos hospitales como los públicos y el del ISSS, (pero) ya llevamos un poco más de una semana con el hospital y ni siquiera está funcionando al uno por ciento”, denunció.
Otro factor que critica es la “improvisación” con la que ha trabajado el Gobierno y que se fue notando en los meses atrás, cuando inició la emergencia. El médico recuerda que el 20 de febrero, las autoridades de Salud le presentaron al Colegio Médico el plan de salud que tenían.
En ese momento, les aseguraron que el hospital Saldaña, de Neumología, estaba totalmente equipado para atender a los primeros pacientes del COVID-19, pero eso “quedó en papel”, porque los pacientes más delicados fueron trasladados al Hospital Amatepec, del Seguro Social, ya que el Saldaña no contaba con unidad de cuidados intensivos ni equipos adecuados.
“Improvisación tras improvisación sin un plan definido, lo vemos con los centros de cuarentena, como se implementaron y cómo contribuyeron al ingreso del virus al país y el incremento de casos”, ahondó.