La inversión en los primeros años de vida es clave para una formación escolar de calidad y un futuro laboral promisorio para los niños de cero a nueves años. Esto fue el centro del V seminario “Educación Temprana, la Clave para El Salvador” que desarrolla la Fundación Rafael Meza Ayau (FRMA).
El foro, que inició ayer y continuará hoy en un hotel capitalino, surge en apoyo a la propuesta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que impulsa la educación en la primera infancia a nivel nacional, a través del Consejo Consultivo de la Niñez.
En el evento participan ponentes nacionales e internacionales, quienes destacan programas implementados en varios países de la región Latinoamericana, los cuales están enfocados en la educación de la primera infancia, a través de los cuales proponen las mejores formas de educar a los niños en una etapa importante de la vida, cuando sus facultades de aprendizaje comienzan a agudizarse.
La FRMA se une a la propuesta de la Unicef debido a que sus acciones se basan en la implementación de proyectos de alto impacto, que generan beneficio social a la población más vulnerable del país, además de colaborar en inversión en educación.
“Es imperativo invertir en la niñez y sus familias, el no hacerlo puede traer graves consecuencias como no contar con personas calificadas para enfrentar retos tan importantes como la conducción de nuestro país”, dijo Roberto Murray Meza, presidente de la FRMA.
Añadió que es necesario darle cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (objetivos que hacen un llamado a nivel mundial a adoptar medidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar la paz y prosperidad de las personas).
Según la fundación, la actividad se enmarca en una problemática que se da en El Salvador, donde nacen aproximadamente 100 mil niños al año, además de que el 35 % de la población son menores entre cero y 18 años.
A esto se suma que en el país el 34 % de la población vive en situación de pobreza y el 16.4 % son hogares fértiles con hijos, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples, que realiza el Ministerio de Economía a través de la Dirección General de Estadística y Censos (Digestyc).
Otro aspecto es que el 21 % de la inversión pública está destinada a la población mayor de 65 años y solo el 4 % está destinada a los niños entre cero y tres años, quienes representan al 7 % de la población, según datos de la Unicef en el 2013.
La fundación enfatiza que es necesaria la propuesta que hace la Unicef junto al Consejo Consultivo de la Niñez, según la cual se necesita invertir en la primera infancia, donde el niño en sus primeras etapas de la vida debe pasar a ser un proyecto de la sociedad, con el impulso de políticas sociales destinadas al apoyo de las familias, para ayudar al desarrollo de las destrezas y capacidades de los menores.
Jimmy Vásquez, especialista en políticas sociales de la Unicef y ponente del foro, expuso que “para lograr la transformación (de la sociedad que invierte en los niños) es necesario un cambio de paradigma en el enfoque actual de políticas públicas salvadoreñas. Este cambio aseguraría el desarrollo de los más de 100 mil niños que nacen en El Salvador cada año, sin olvidar los más de dos millones de niños y adolescentes que ya lo habitan en la actualidad”, indicó.
La fundación también hizo ver que al no invertir en la primera infancia, entre cero y seis años, se aumentan las probabilidades de una vida escolar deficiente, lo cual lleva a futuro a una precaria inserción laboral.
La propuesta de las entidades es que, con urgencia, es necesario colocar a la primera infancia como el centro de una política social orientada a la prevención de la violencia, pobreza y desigualdad. Mientras, las recomendaciones para un periodo de 10 años fue que los niños tengan, para el año 2030, acceso de calidad a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia, además de la educación preescolar que los lleve a una buena preparación para la educación primaria y su continua formación posterior.
Las estrategias a implementar que proponen las organizaciones son las visitas domiciliares a las familias que viven en pobreza, para que adopten prácticas de crianza respetuosa, afectiva y saludable.
En este sentido, Leonardo Yánez, representante de la Fundación Bernard Van Leer, que desarrolla programas enfocados en la niñez en todas partes del mundo, habló en el foro sobre la necesidad del cuidado afectuoso que los niños debe recibir durante su infancia, ya que es decisivo para su desarrollo.
Explicó, además, que también es importante invertir en los cuidadores, ya que los niños dependen de ellos y es de quienes reciben los primeros conocimientos.
Pero, según los ponentes, existen factores que inciden en que los menores puedan desarrollar todo su potencial, entre estos la contaminación del agua y del aire, la falta de espacios que les brinde seguridad o de lugares donde puedan jugar o relajarse, ruidos excesivos, la falta de apoyo a las familias y el estrés tóxico.
El foro finaliza hoy al mediodía con diferentes talleres donde los asistentes abordarán las oportunidades y desafíos ante la problemática de la niñez en el país.