Integrantes de la banda que ofrecía visas falsas de trabajo canadienses enfrentan audiencia

La banda habría estafado a por lo menos unos 2,000 salvadoreños. Sin embargo, hasta el momento son 11 víctimas, originarios de la zona oriental y central del país, quienes han denunciado.

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La banda enfrenta la audiencia inicial en el Juzgado Quinto de Paz de San Salvador. Foto EDH/ Jaime López

Por Cecilia Fuentes

2019-09-10 12:58:54

Erick Ernesto Campos, Ana María Ibarra Guzmán, Guillermo Adolfo Guillén Villeda y Wendy Yamileth Francia Menjívar enfrentan este día la audiencia inicial por supuestamente ofrecer visas falsas de trabajo canadienses.

Los implicados podrían continuar en la cárcel si así lo decide el Juez Quinto de Paz de San Salvador donde el pasado sábado, la Fiscalía General de la República, los acusó formalmente por el delito de estafa agravada.

Otros imputados en este caso que aún no han sido detenidos son: Jorge Ernesto Rodríguez Rivas y Óscar Edgardo Mayoría Calis.

La banda habría estafado a por lo menos unos 2,000 salvadoreños. Sin embargo, hasta el momento son 11 víctimas, originarios de la zona oriental y central del país, quienes han denunciado a los presuntos estafadores.

“Estas personas ofrecían visas canadienses para trabajar en actividades agrícolas y para eso les pedían que llenaran un formulario que costaba $35”, explicó el fiscal.

Luego de ese documento, las víctimas debían hacerse los chequeos médicos y para ello eran movilizadas hacia Guatemala. Dicho trámite rondaba entre $300 y $350 por persona.

“Posteriormente, pagaban la visa que oscilaba entre $1,500 y $2,000 para completar el costo del viaje”, explicó el fiscal.

Entre los detenidos destaca la doctora Ibarra. De acuerdo a las investigaciones, ella realizaba los chequeos médicos a las víctimas.

Sin embargo, el abogado defenfor Ricardo García Prieto afirmó que su clienta se vio involucrada en este ilícito por haber accedido al contrato de sus servicios clínicos solicitados por Erick Campos, quien era uno de sus amigos de infancia.

“Le dicen que haga los exámenes a las personas, les cobra $12 a cada una y la meten en este rollo, donde la acusan de estafa, yo no veo ningún indicio para ello”, afirmó.

El abogado dijo que la doctora fue víctima de la buena fe al confiar en su amigo. Ahora, ella ha sido perjudicada al manchar su imagen profesional sin ella tener parte en el plan criminal.