Tras seis días de búsqueda, familia se reencuentra con doctora e hijo recién nacido que estaban desaparecidos

Según sus familiares, ella se encuentra de licencia por maternidad por lo que no se explicaban a dónde había ido. Ayer por la noche confirmaron a elsalvador.com que están bien.

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La doctora Ingrid Minero y su pequeño de un mes de nacido se encontraban desaparecidos desde el pasado miércoles 12 de mayo. Foto: Cortesía / Familia Ingrid Minero

Por Juan Carlos Mejía

2021-05-19 8:38:59

Ingrid Minero, la doctora de 39 años que se consideraba como desaparecida desde el pasado miércoles 12 de mayo logró reunirse con su familia la noche del martes 18, según confirmó su hermana Tatiana.

"No tenemos pista sobre su paradero ni hemos podido comunicarnos con ella", se podía leer en una publicación compartida por Tatiana la noche del viernes, 48 horas después de haber perdido comunicación con Ingrid, quien hace poco más de un mes se convirtió en madre y se encontraba desaparecida junto a su bebé.

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De acuerdo con la información proporcionada por los familiares, Ingrid se encuentra de licencia por maternidad, y que por ese motivo, ella no tenía razones específicas para salir de casa, por lo que comenzaron con la búsqueda incesante entre algunos miembros de la familia y amigos, aunque nadie pudo dar referencia de ella.

Afortunadamente, anoche Ingrid logró llegar junto a su bebé a la casa de su padre, donde explicó lo sucedido. Según sus familiares, se encuentra bien y no ha sido víctima de ningún hecho de violencia.

No obstante, su familia informó que intentaron denunciar la presunta desaparición ante la Fiscalía General de la República (FGR) desde el día lunes, cuando ya se había cumplido una buena cantidad de días sin saber de ella, pero no obtuvieron una respuesta favorable de parte de las autoridades.

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Según su familia, la Fiscalía se negó recibir la denuncia porque Ingrid “se había ido por su propia voluntad”, a pesar de que el día en que ella dejó de comunicarse con su familia, nadie sabía su paradero, es decir, no había razones específicas para considerar el hecho como voluntario.

Durante los días que se mantuvieron en la búsqueda de Ingrid, su hermana descartó la idea de que se tratara de un secuestro pero expresó que todos en la familia "se encontraban asustados" por no tener noticias sobre la mujer y su pequeño hijo.