Cuando Jonathan Tobar tenía 15 años comenzó a manejar un vehículo, pero sin haber obtenido la licencia necesaria para hacerlo. Así condujo durante tres años, hasta que cumplió su mayoría de edad y tramitó sus documentos.
Cinco años después, Tobar cuenta esa experiencia, con la cual recomienda no aventurarse a conducir al margen de la ley, porque asegura que un infractor complica más su situación al ocasionar un accidente o hacerse acreedor de multas de tránsito.
Según datos proporcionados por el Viceministerio de Transporte (VMT), vía Oficina de Información y Respuesta (OIR), entre enero del 2016 y mayo del 2018, la División de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) impuso en El Salvador 879,034 multas en sus categorías: falta leve, por la que hay que pagar $11.43; falta grave, por la que se debe pagar $34.29, y falta muy grave, que le cuesta $57.14 al infractor. Dicha cantidad de esquelas suman un costo de $27,939,493.14.
De la cifra de infracciones aplicadas en los 29 meses estudiados, 146,976 corresponden a los casos de automovilistas que han infringido la ley al no estar autorizados para manejar como en su momento lo hizo Tobar, quien se salvó más de una vez de ser sancionado con $57.14 al cometer una falta de tránsito muy grave.
¿Pagarías multas desde $500 hasta $1,500? Tránsito ya tiene una propuesta
La comisionada de la División de Tránsito de la PNC, Verónica Uriarte, explicó que al incrementarse las multas, los conductores no cometerían las faltas y eso ayudaría a reducir los accidentes.
Dicha infracción encabeza el top 10 de las multas más impuestas y la que más costo económico ha generado en ese lapso al Estado por un valor de $8,398,208.64. Según la jefa del Departamento de Seguridad Vial, Margarita Rivas, este tipo de infracción es la que más aplican, porque en todo procedimiento de tránsito lo primero que revisan es que la documentación esté en regla.
“Independientemente del objetivo de un operativo (control vehicular), lo primero que se hace es pedir la documentación. Probablemente el polarizado esté correcto, pero su licencia no”, señaló.
Aunque con frecuencia los policías sorprenden a conductores manejando sin estar autorizados, Rivas considera que el uso de motocicletas ha disparado el número de estas multas de tránsito. La razón, según ella, es que más personas han optado por adquirirlas para resolver sus problemas de tráfico y por lo económico que resulta transportarse en estas, pero no se preocupan por adquirir el documento que autorice a manejarlas.
La oficial sostiene que los salvadoreños que compran motocicletas deben tener contemplado en su presupuesto los gastos para tramitar su licencia y no excusarse diciendo que “no tienen dinero” para gestionarla.
De hecho, el número de motos registradas supera al número de personas autorizadas para conducirlas. Rivas cree necesario aclarar que tener licencia para conducir otro tipo de vehículo no acredita a nadie para manejar una motocicleta.