Joel Valle Leiva habría dado varias hipótesis sobre la desaparición de su esposa, Flor María García, pero ninguna de ellas fue creíble o comprobable para las autoridades y eso llevó, el pasado viernes, a capturarlo a él y un primo identificado como Francisco Boanerges Quezada García, como presuntos responsables del hecho.
El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, ha revelado ese detalle de la investigación en una entrevista televisiva esta mañana, que junto a otros elementos, los condujo hasta Valle Leiva y Quezada García como los implicados en la desaparición de Flor, desde el pasado 16 de marzo.
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“Lo que tenemos, al momento, es una construcción concatenada de indicios, pero ninguno de esos indicios nos lleva ninguno de los hipótesis que él planteó”, afirmó Villatoro sobre las versiones de la historia de desaparición de su esposa que les dio Joel Valle, en la entrevista de canal 21.
Según el ministro, en este tipo de casos, los victimarios que tienen cercanía con sus víctimas, suelen “asegurar su impunidad” y ellos como autoridad tienen que ir descartando a fin de “establecer elementos que vayan encima de las coartadas que tienen ellos”.
“Allí nos corresponde como autoridades desnudar todas esas hipótesis y descartarlas pero además establecer elementos que vayan encima de las coartadas que tienen ellos”, dijo Villatoro.
Según ahondó Villatoro, en estos casos, desde la “óptica de la maldad” del victimario, ellos “tratan de crear todo un cuerpo concatenado, lógico, de eventos, que al final a nosotros nos toca ir desvirtuando”. En el caso de Flor dice que han ido haciendo ese trabajo mediante el trabajo científico, tecnológico, además de la búsqueda de información alrededor de la familia y de los esposos.
Las versiones sobre la desaparición de Flor han girado alrededor de que el 16 de mazo pasado ella optó no conducir su carro y abordar el autobús rumbo a San Salvador para comprar insumos que necesitaban para el consultorio odontológico en el que trabajaba junto a su marido. También llamó la atención que ella no llevaba su teléfono celular.
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Desde entonces, a Flor la han estado buscando de forma incesante sus parientes. Ellos dudaron de esa versión pero se entregaron de lleno a una campaña sonora de búsqueda de la joven madre de dos niños y han venido insistiendo mediante manifestaciones callejeras a las autoridades para que la encuentren.
Un rasgo curioso es que el esposo nunca tomó protagonismo en esta campaña de búsqueda. De hecho, algunos parientes han dicho que él ni siquiera supo decir qué ropa vestía ella el día en que desapareció porque dijo que estaba dormido cuando ella supuestamente salió de casa.
El ministro Villatoro dijo que si bien los medios y redes sociales quisieran que ellos se manifestaran sobre estos casos, ellos prefieren trabajar de manera discreta. Añadió que en este caso han tenido un trabajo duro por la complejidad del caso y trabajaron en varias líneas de investigación.
“Es un trabajo bastante fuerte que hemos hecho, hemos innovado, mezclando técnicas de investigación y de análisis, un poco de psicología forense para ir entendiendo el momento del antes, durante y posterior al evento (desaparición)”, explicó Villatoro.
Según el funcionario, mantuvieron una coordinación interinstitucional, como es el caso de la Fiscalía, y que han sostenido reuniones constantes con los analistas de Policía y Fiscalía, han solicitado información a operadores móviles y eso ha llevado algunas demoras, pero que poco fueron descartando líneas de investigación e hipótesis y al final tuvieron el resultado ya conocido.