“Nos hemos quedado en la calle”, comerciantes afectados por incendio del centro

Tres comerciantes afectados por el siniestro coinciden en tres aspectos: sus pérdidas son totales, gran parte de los negocios funcionaban a créditos y en la necesidad de ayuda para iniciar de nuevo

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Jaime Alexander Palma, afectado por el incendio. Empleados de la alcaldía de San Salvador remueven los escombros de una veintena de negocios quemados durante el incendio del 12 de enero. Foto EDH/Mauricio Cáceres

Por Enrique Carranza

2020-01-16 5:04:06

Jaime Alexander Palma, de 44 años, observa cómo empleados municipales retiran los escombros de los puestos y  locales afectados por el incendio del domingo 12 de enero , a la vez reflexiona sobre la difícil situación que enfrenta al perder su única fuente de ingresos familiares.

Esa noche el fuego consumió al menos una veintena de negocios, entre formales e informales, ubicados en la 3a. avenida Norte, entre 1a. y 3a. calle Poniente en el Centro Histórico de Salvador.

El taller de joyería propiedad de Jaime Alexander estaba ubicado justo en el lugar del siniestro, ese local le representaba 15 años trabajo. “La pérdida ronda entre 60 y 75 mil dólares, se quemó todo”, explica.

Recuerda que esa noche ya estaba dormido cuando le avisaron sobre el incendio, y cuando pudo llegar hasta el lugar encontró solo las ruinas de su negocio, los bomberos habían apagado el fuego.

“Tratamos de rescatar al menos las herramientas, por ser para joyería su valor es elevado, pero no se pudo, todo estaba inservible. Ni las tenazas se pudo”, relata Jaime Alexander.

Su negocio lo había establecido a fuerza de trabajo y créditos, varios de estos últimos aún por pagar.

Sus dos empleados y el aprendiz permanecen a la deriva.

“Lo que necesito y pido son herramientas para poder iniciar de nuevo”, puntualizó Jaime Alexander .

Empleados de la alcaldía de San Salvador remueven los escombros de una veintena de negocios quemados durante el incendio del 12 de enero. Foto EDH/Mauricio Cáceres

 Feliciano González,  propietario de la Librería Cristiana Siloé, también lo perdió todo. Era un negocio de 28 años, de estar en ese lugar tenía solo uno.

“Acabábamos de invertir en un crédito de 10 mil dólares, de eso no se ha pagado ni una ‘cora’, detalla González.

Las pérdidas de su negocio rondan los $35,000, a eso se suma el pago de créditos y proveedores; el local tenía 2 empleados quienes han sido reubicados en otros negocios de la familia.

“Debemos comenzar a luchar, para ver cómo nos levantamos de nuevo”, sigue Feliciano.

Durante el incendio varios cables de electricidad y telecomunicaciones se incendiaron y provocaron que el siniestro se complicara. Foto EDH / Jessica Orellana

Para los esposos Navarra la afectación fue bastante particular, el incendio destruyó el techo de su farmacia y cuando los bomberos intervinieron el agua y la ceniza dañaron los productos.

La Farmacia del Rey, el negocio de los Navarra, inició hace 12 años, y era el fruto del emprendimiento y pequeños préstamos de dinero.

En palabras de Miguel Navarra el negocio familiar “terminó reducido a cenizas”. Estima que a grandes rasgos las pérdidas oscilan los $40,000.

“Estos tres días han sido difíciles, no tenemos claro qué haremos”, señala Miguel.

El Cuerpo de Bomberos concluyó que el fallo en el sistema eléctrico en uno de los negocios fue más que suficiente para perjudicarlos a todos.

El lunes, a pocas horas de ocurrido el incendio,  el alcalde capitalino, Ernesto Muyshondt, visitó el sitio del siniestro  y prometió a los vendedores no dejarlos solos, sostuvo que les ayudará a remover los escombros, limpiar la zona, ordenar el espacio para luego construir uno a uno de los puestos consumidos por las llamas.

Algunas estructuras quemadas son casas con riqueza arquitectónica de madera y lámina que tenían 100 años. Foto EDH / Jessica Orellana