Por segundo año consecutivo la fiesta en honor al Divino Salvador del Mundo se celebra con mucho recogimiento, en momentos que el país enfrenta la circulación de una variante más contagiosa del virus SARS CoV- 2, causante de la pandemia.
Este año no estuvo contemplada la procesión ni la ceremonia de Transfiguración en su forma y recorrido tradicional, pero sí se dio en el interior del recinto así como en los alrededores.
VER: Iglesia católica realiza modesto acto de Transfiguración del Divino Salvador del Mundo
En ese contexto, ayer se llevó a cabo la Santa Misa de las 6:30 a.m.; luego la de las 12:00 que marcó el final de la Novena en honor al Santo Patrono; mientras a las 5:00 p.m. hubo un rezo solemne presidido por Monseñor José Luis Escobar Alas y el Cardenal Monseñor Gregorio Rosa Chávez.
A las 6:00 p.m. comenzó la procesión corta y luego a eso de las 7:00 p.m. se dio el acto de descubrimiento del Divino Salvador del Mundo. Esta vez salió transfigurado del interior de la Catedral, vestido con una túnica blanca que tenía detalles dorados, tras ellos una vez más fue aclamado por decenas de feligreses que estaban concentrados en la plaza.
El Arzobispo señaló que esto llama a la transfiguración de nuestras vida, pero también a clamar para que el país supere las situaciones difíciles que atraviesa: “Con la ayuda del Señor vamos a salir adelante con esta doble pandemia, pues vivimos una pandemia a causa del coronavirus y otra a causa del egoísmo…”
Durante el día El Salvador del Mundo estuvo expuesto tanto en el interior de la Catedral como de la Basílica del Sagrado Corazón.
Por la tarde la imagen que está en la Catedral lució una túnica bordada azul con hilos de plata, según fuentes de la iglesia católica, también fue usada en el Congreso Eucarístico del año 2013.
Pese al ambiente de temor a los contagios siempre hubo muchos devotos que tomaron valor y se hicieron presentes a dichas actividades.
Durante el rezo la Catedral lució llena, sin embargo se guardó el protocolo y llegado cierto momento no se permitió el ingreso de más personas.
Algunos feligreses oraron y pidieron el fin de la violencia y de esta crisis sanitaria, otros encomendaron a sus seres queridos que están quebrantados de salud, y unos más rogaron por familiares o amigos que yacen graves o que sucumbieron debido al virus.
“(Estamos) pidiendo al Divino Salvador que salve esta nación que lleva su nombre, pero sobre todo que nos ayude en medio de esta realidad de la pandemia”, dijo una religiosa de la congregación Sierva de la Misericordia .