Los habitantes de dos comunidades del municipio de San Marcos, en San Salvador, recibieron ayer la visita del cardenal Gregorio Rosa Chávez, quien acudió primero a la 10 de Octubre a bendecir la capilla dedicada a la Virgen de los Remedios y una imagen de San José; para después dirigirse a la colonia Gálvez, donde bendijo un mural que recuerda a san Óscar Arnulfo Romero y ofició la eucaristía en la capilla dedicada al Inmaculado Corazón de María.
Ahí, durante la homilía, aprovechó para recordar la llegada de la ahora santa Teresa de Calcuta, quien acompañó a cuatro de sus Hermanas de la Caridad para fundar una casa en San Marcos. El cardenal recordó que la religiosa no traía sus pertenencias en maletas de marca, sino en cajas de cartón, amarradas con pita. Un gesto sobre el que dijo: "¡Qué lección para mí cuando vi esas cajitas desafilar".
Rosa Chávez recordó que cuando ocurrió el terremoto del 10 de octubre de 1986, él y el entonces arzobispo Arturo Rivera y Damas estaban en Panamá y se enteraron de lo ocurrido a través de una radio de aquel país que retomó la señal de una emisora colombiana. Al volver a El Salvador se dedicaron a organizar la entrega de ayuda a los afectados por el seísmo. Con damnificados de aquel terremoto se formó la comunidad 10 de Octubre... Meses después, recibieron una carta firmada por Teresa de Calcuta, donde ella decía: "Llego... con cuatro hermanas".
La religiosa llegó a El Salvador el 4 de julio de 1988, para establecer una casa dedicada a la atención de ancianos que todavía funciona: el Hogar de Ancianos Reina de la Paz. "¿Conocen esa casa, verdad? Cuando uno pasa el túnel, a mano izquierda, está la casa", dijo Rosa Chávez a los feligreses que le escuchaban.
El cardenal recordó que antes de inaugurar la casa de las Hermanas de la Caridad en San Marcos, Teresa de Calcuta y las religiosas que la acompañaban pasaron la noche en la casa de las Hermanas Carmelitas de San José en Santa Tecla. Al día siguiente, con la casa inaugurada, Teresa de Calcuta ya no volvió con las carmelitas, pues prefirió quedarse con sus hermanas: "Me quedo con mis hermanas; hay unas colchonetas para ellas, pues deme una colchoneta para mí también".
En otra de las actvidades llevadas a cabo durante la visita de la santa, un periodista le preguntó "¿qué piensa de la Teología de la Libertación?". Ella respondió: "Yo no he venido a investigar porqué existen los pobres, yo he venido a ver en los pobres a Jesucristo".
Teresa de Calcuta fue declarada santa por el papa Francisco en 2016. Fue una defensora de la vida desde su concepción y siempre invitó a las mujeres que consideraban abortar a terminar de gestar a los bebés y darlos en adopción. En febrero de 1994, durante el Desayuno Nacional de Oración en Washington, dijo: "Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, ¿cómo podremos decir a otros que no se maten? ¿Cómo persuadir a una mujer de que no se practique un aborto? Como siempre, hay que hacerlo con amor y recordar que amar significa dar hasta que duela”. Esta postura le granjeó muchas críticas.
