Mujer urge de un Tac y hospital le da cita hasta mayo 2022

El 26 de noviembre serán tres meses desde el accidente laboral del que únicamente recibió $100 como indemnización. Desde hace dos décadas se dedica a la albañilería.

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Ana Ávalos Zepeda debe esperar hasta mayo de 2022 por un tac en su cabeza. Foto EDH/Cristian Díaz

Por Cristian Díaz

2021-11-19 6:00:28

Los dolores de cabeza son insoportables, por momentos; la visión del ojo derecho le ha disminuido considerablemente; y debe de usar un bastón para caminar porque las calles las ve “culebreadas”.

Así relató Ana Adilia Ávalos Zepeda que es su estado de salud luego que el 26 de agosto se cayó de una altura de cuatro metros mientras se encontraba preparando una pared para colocar un techo.

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Ella teme una consecuencia grave en su cabeza ya que no sufrió heridas por lo que considera que tiene sangre coagulada que le podría estar provocando los dolores y la pérdida del equilibrio.

En el Hospital Jorge Mazzini, de Sonsonate, le han programado una tomografía computarizada hasta mayo del otro año, lo que ella considera que es mucho tiempo y que su salud se puede agravar.

La fémina es originaria de Nahulingo, en Sonsonate, y desde hace 20 años trabaja en la albañilería.

Nunca había tenido un accidente laboral y el de ese día, sigue sin lograr explicárselo cómo ocurrió.

Lo único que recuerda es que se encontraba con un clavo para pegar unas tablas y veinte minutos después despertó en el Hospital Psiquiátrico donde, según relató, la llevó una entidad de socorro ante la emergencia. Cuando reaccionó, tras perder el conocimiento, regresó a su casa.

El accidente ocurrió en Soyapango, donde trabajaba con una persona particular.

Los $100 que recibió a manera de indemnización fueron insuficientes para costear su recuperación.

Inicialmente recurrió a una clínica particular en la cabecera departamental de Sonsonate, donde le recomendaron realizar exámenes especializados para descartar algún daño mayor en su cabeza.

Además porque la caída generó que dos costillas se quebraran y dañaran el pulmón derecho.

Entre las preocupaciones que tiene la fémina es que el día de la caída no se desangró; consideró que tiene sangre coagulada que le esté afectando su estado de salud.

A inicio de noviembre fue a una jornada médica que hubo en el departamento; ahí le recomendaron que asistiera a la unidad de Salud de Nahulingo para recibir una referencia para el Hospital Jorge Mazzini.

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Al primer establecimiento fue el 9 de noviembre y un día después, al centro asistencial de la cabecera departamental.

“Fui al hospital y entonces me dijo el doctor, ‘sí necesitas un TAC (tomografía computarizada) para verte porque la cosa que vos no reventastes sangre de la cabeza. A parte que el día de mañana se te puede hacer un tumor y la sangre coagulada te puede afectar, te podés quedar tipo loca’, me dijo”, contó Ana Adilia.

Pero lamentó que el examen recetado le fue programado hasta el 30 de mayo del próximo año; es decir seis meses después.

Ana Ávalos Zepeda debe esperar hasta mayo de 2022 por un tac en su cabeza. Foto EDH/Cristian Díaz

La sonsonateca teme sufrir un derrame cerebral. Su deseo es practicarse el TAC antes de ese tiempo, por lo que pide la colaboración de personas altruistas para reunir los más de $300 que le han comentado que cuesta en una clínica particular.

Actualmente no está trabajando y reside “de posada” con unos amigos en el barrio El Calvario, de Nahulingo. Para cualquier información pueden comunicarse con ella al número telefónico 7882-9197.

“Sin bordón no puedo andar porque la visibilidad del ojo la había perdido; siento que la calle va como culebreada y cuando camino siento que la cabeza me da vuelta, me mareo, por eso es que ando bordón … Padezco dolor de cabeza, dolor de ojo. Yo no reventé sangre y esa sangre es la que me molesta a mí. Me dijo el doctor que la sangre que me ha quedado coagulada peligroso me corta una arteria del cerebro y ahí va a hacer mi último día”, expuso Ana Adilia de 42 años.