Noviembre sigue con aumento de homicidios: 97 muertos en 23 días

Se registran 27 muertes violentas más que en el mismo lapso de noviembre del año pasado.

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Una mujer observa a policías procesando la escena del homicidio de un empleado de un call center el pasado 4 de noviembre en Cuscatancingo. Para analistas en seguridad pública, el repunte de homicidios reciente demuestra que las pandillas tienen el control de subir y bajar la violencia. Foto EDH / Francisco Rubio

Por David Marroquín

2021-11-24 6:15:17

La cifra de homicidios en 23 días de noviembre ya supera a la cantidad de muertes violentas ocurridas en el mismo período del año pasado. La Policía Nacional Civil registra 97 muertes violentas en ese período, es decir, 27 más que en el mismo lapso de noviembre del año pasado.

Entre el 9 y el 11 de noviembre pasado se produjo una escalada de violencia que acabó con la vida de 45 personas, para un promedio de 15 muertes por día, la mayoría atribuidas a las pandillas criminales.

Los registros oficiales dan cuenta que el 9 de noviembre hubo 12 asesinatos, al día siguiente registraron 22 homicidios; mientras que el 11 de noviembre hubo 11.

Lo que llama la atención a analistas en seguridad pública es que después de que se desbordara la violencia en tres días, para el 12 de noviembre no hubo homicidios y un día después solo hubo un caso.

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La drástica reducción de la violencia la atribuyó el gobierno al despliegue de policías y militares en las zonas donde se concentraron los ataques. Pero esa reacción fue tardía: el despliegue ocurrió 48 horas después de iniciado el repunte.

Para Jeannette Aguilar, quien es investigadora en seguridad, el aumento de los homicidios y luego la drástica reducción no es precisamente por una política de seguridad sino que demuestra el poder que tienen las pandillas.

Familiares de William Paiz, de 28 años, se consuelan tras enterarse de su asesinato el pasado 11 de noviembre, cuando se dirigía hacia su trabajo en una carpintería. El crimen ocurrió en la colonia Canaán, cantón El Cerrito, en Nahuizalco, Sonsonate. Foto EDH / Gerardo Orellana

“Estas fluctuaciones repentinas y atípicas en el número de homicidios revelan que el comportamiento de los crímenes violentos no son el resultado de una política de seguridad, sino de la modulación instrumental que hacen las pandillas y los actores políticos en función de determinados objetivos”, dijo Aguilar.

El criminólogo Carlos Ponce recordó que en países latinoamericanos han existido negociaciones entre grupos criminales, políticos y funcionarios públicos con distintos fines como reducir la violencia, apoyo electoral, atacar a opositores y críticos.

“Algunos agregan otro escenario vinculado a la negociación y a las posibles consecuencias que esto podría generar para funcionarios públicos”, dijo Ponce.

Agregó que “específicamente, se ha argumentado que las estructuras criminales presuntamente incrementaron de forma deliberada los homicidios cuando se dieron cuenta que existía un plan de las autoridades para asesinar a cabecillas involucrados en la negociación, con el objetivo de neutralizar la posibilidad de que confesaran el pacto a autoridades norteamericanas en caso alguno fuese extraditado. Este escenario también es probable”.

Negociación y extradición
Otra de la lectura que hace Aguilar es que “en el contexto del actual pacto con las pandillas, puede significar una advertencia o medida de presión para el gobierno respecto a algún desacuerdo o incumplimiento. La solicitud de extraditar a varios pandilleros a Estados Unidos, atraso en la entrega de incentivos o decisiones que afecten los negocios de las pandillas, pueden ser elementos que hayan influido en el alza abrupta (homicidios)”.

La investigadora tampoco descarta que como ocurrió en otros gobiernos, cuando crearon “artificialmente crisis de seguridad para fines de favorecer la imagen del gobierno, o incluso para crear climas de opinión permeados por el miedo de que favorezcan el aumento de militares en las calles”.

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Este clima de inseguridad ha servido al gobierno para incrementar el Ejército. Ayer, el ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy reveló que 2,400 soldados más serán incorporados a las tareas de seguridad pública entre diciembre y enero próximos.

Lo que hay que tener claro, según Aguilar, es que “ los pactos políticos con pandillas son un incentivo para que estas recurran a las desapariciones, por lo que me parece que la crisis de desapariciones que tenemos en la actualidad, es en parte consecuencia de este nuevo armisticio”.

A Ponce le llama la atención el hecho que “el aparato de propaganda y comunicación oficialista” haya divulgado información sobre los acontecimientos de violencia.

“Esto es totalmente atípico, se sale del patrón de comunicación de este tipo de incidentes, normalmente poco difundido por los canales oficialistas. La activación temprana del aparato de propaganda plantea la posibilidad de que esta haya sido parte de una estrategia diseñada previamente”, dijo.

En 327 días que han transcurrido de 2021 han muerto 1,023 personas a raíz de la violencia letal causada principalmente por las pandillas, según la Policía. Esa cifra es menor (174 muertes violentas) con respecto al mismo período del año pasado que contabilizaba 1,170 casos.