Hijo de investigador de la DECO confesó haber asesinado a sus padres y hermana por orden de la pandilla

El sospechoso, quien ya fue detenido, también mató a su madre y a su hermana de 13 años. Esto ocurrió el lunes en Cumbres de San Bartolo de Tonacatepeque.

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Los cadáveres del agente Nelson Rojas Ávila, su esposa, y su hijastra; fueron hallados en dos casas de la colonia Cumbres de San Bartolo de Tonacatepeque. El agente estaba en una casa y las dos mujeres en otra contigua. Foto EDH/ Menly Cortez

Por David Marroquín

2020-08-11 5:02:07

El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Rogelio Rivas reveló este día que Nelson Bladimir Rojas Granadino, supuesto pandillero de la mara 18, confesó haber asesinado a su padre, Nelson Rojas Ávila; quien era investigador de la División élite contra el Crimen Organizado (DECO); a su madre, Angela Emilia Granadino Ortíz y a su hermana de 13 años.

“Confesó haber sido el autor material delo homicidio de estas tres personas… Muy probablemente haya sido por una deuda que tenía con la misma pandilla y se le ordenó que a través de esa deuda que llevara a cabo este triple homicidio”, dijo Rivas, quien agregó que “eso es parte de las hipótesis, uno de los posibles hechos, este joven lo ha manifestado, pero se debe llevar una debida  investigación por si hay más involucrados en cuanto a los homicidios”.

La noche del martes, el fiscal general Raúl Melara confirmó que Rojas Granadino había sido detenido como sospechoso del homicidio de su familia.

“El día de ayer (lunes pasado), nos impactó el homicidio del agente de la DECO, su esposa y su hija. Este día hemos ordenado y ejecutado la captura de Nelson Rojas, por el delito de Homicidio Agravado en perjuicio de su padre, Nelson Nofel Rojas Avila, madre y hermana, de 13 años de edad”, escribió Melara en su cuenta de twitter.

Rojas Granadino, quien según la Policía es conocido como Oso Tedy en la pandilla, enfrentará a la justicia por homicidio agravado de su padre, madre y hermana.

A Rojas Granadino le decomisaron la pistola con la que supuestamente asesinó a su padre, madre y hermana; por lo que fue llevada al laboratorio técnico científico de la Policía para los análisis de balística. Los investigadores hallaron varios casquillos de arma de fuego, pero no detallaron el calibre de los mismos.

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Los cuerpos del investigador policial, su esposa y su hija; fueron hallados en las casas 16 y 17 del polígono uno de Cumbres de San Bartolo de Tonacatepeque. Estaban en avanzado estado de putrefacción. Los forenses dijeron que tendrían unos tres días de haber sido asesinados.

Las investigaciones preliminares apuntan a que Rojas Granadino atacó por la espalda a su padre, cuando éste salía de bañarse. Esto ocurrió en la casa 16 y enseguida se dirigió a la casa 17 para asesinar a su madre y a su hermana, según la Policía y Fiscalía.

Sin embargo, las autoridades policiales creen que Rojas Granadino no actuó solo, sino que pudo haber tenido la ayuda de otros pandilleros que tienen presencia en la zona.

Para lograr la individualización legal de las víctimas, por lo avanzado de putrefacción de los cuerpos, la Fiscalía ordenó que se les hiciera la prueba de ADN.

A unos 200 metros de las casas estaba el vehículo placas P-110-901 que era del agente Rojas Ávila. Los investigadores lo inspeccionaron en busca de evidencias que les permitiera dar con los responsables del triple crimen. Solo encontraron el arma de equipo del agente de la DECO.

No se presentó a trabajar y compañeros salen a buscarlo
El agente policial salió el viernes pasado con 24 horas libres, pero tenía que regresar el sábado anterior y no lo hizo. Sin embargo, Rojas no se presentó a su turno ni tampoco se reportó con su jefe inmediato.

La ausencia de Rojas a su trabajo y de no saber nada de él, hizo que una comisión de investigadores de la DECO saliera hacia su casa para ir a indagar las razones del porqué no se había presentado a la unidad policial.

Uno de los investigadores informó a la Policía que al entrar al pasaje donde vivía el agente se podía percibir un mal olor bastante intenso. Al estar frente a la casa, el mal olor era más insoportable por lo que los investigadores decidieron forzar la puerta de la casa, encontrándose con el cadáver de su compañero en avanzado estado de descomposición.

A simple vista no se veían indicios de violencia por las condiciones putrefactas en las que hallaron a su compañero.

Las autoridades policiales señalan que hay indicios que apuntan a que el detenido fue el que asesinó al agente investigador, a su madre y a su hermana; como parte de los rituales a los que son obligados en las pandillas.

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Fuentes policiales explicaron que Rojas Ávila había advertido a sus superiores de que su hijastro era pandillero y que le dieran apoyo para evitar cualquier situación como la que se dio.

Sin embargo, ni las autoridades de la Policía ni sus jefes inmediatos hicieron lo necesario para apoyar a Rojas Ávila, denunciaron algunos de sus compañeros.