"Vaya, hijo, aquí estoy": las últimas palabras de Pedro Ventura antes de ser asesinado en Ahuachapán

El principal sospechoso en ese crimen es el hijo de la víctima, El parricidio ocurrió en el área rural de Concepción de Ataco

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Entierro del ahuachapaneco Pedro Ventura, presuntamente asesinado por su hijo. Foto EDH/Cristian Díaz

Por Cristian Díaz

2021-08-04 11:12:03

Fidel Eduardo Ventura Jacobo, de 19 años, deberá continuar en prisión luego que el Juzgado de Concepción de Ataco, en Ahuachapán, decretó instrucción formal con detención provisional en su contra, tras enfrentar la audiencia inicial por estar acusado de asesinar a su padre, Pedro Ventura.

Fuente de la Fiscalía General de la República (FGR) indicó que el ahora procesado “discutió con su padre producto de consejos de la víctima, lo que provocó que lo lesionara con arma blanca en el cuello y cabeza con un corvo”.

El parricidio ocurrió el martes 27 de julio cerca de las 8:00 de la mañana en una finca del caserío La Gloria, cantón Chucutitán, en Concepción de Ataco, Ahuachapán, en presencia de otras personas.

Después de cometer el crimen, el joven escapó entre fincas aledañas; sin embargo, la Policía lo capturó durante la noche del mismo día.

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Un primo del ahora procesado, Miguel Ángel Ventura, expresó que el día del hecho la víctima se dirigía hacia la finca donde trabajaba cuando se encontró con su hijo, a quien le aconsejó que se regresara a la casa porque había escuchado que “iba a ir a molestar a otras personas, residentes de la zona”.

Sin embargo, el hijo respondió: “hoy es el día que los acabo”, relató el familiar de ambos.

El fallecido, de 56 años, no habría presentado resistencia al ataque; por el contrario, dijo su sobrino, sólo exclamó: “vaya, hijo, aquí estoy”.

El joven ya había atacado a su padre un mes antes del crimen, hiriéndolo entonces en una de sus manos. Mientras que días antes a dicho suceso, trabajadores de una finca lograron rescatar a una mujer de 89 años, abuela del procesado, a quien estaba a punto de asesinarla también con un corvo.

Los gritos de la octogenaria alertaron a los trabajadores de la finca.

Al parecer, el ahora imputado no presentaba problemas psicológicos, pero desde hace tres meses había mostrado signos de violencia en contra de su familia.