“Vimos el cuerpo de Orlandito tirado”, cuenta hija de víctima de la guerra

Cecilia Alvarado no se dio cuenta de la guerra que enfrentaba el país hasta que cumplió seis años y perdió a su padre en medio de una balacera.

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Cecilia cree que su padre fue asesinado por error, cuando intentaba ingresar a la zona residencial donde vivía y la zona estaba acordonada. Foto cortesía

Por Damaris Girón

2021-01-18 6:00:02

Cecilia Alvarado perdió a su padre la noche del tres de enero de 1981, durante un tiroteo en el conflicto armado. Su familia nunca estuvo involucrada ni con la guerrilla ni con el ejército, sin embargo, sufrieron una de las consecuencias más duras de la guerra, la pérdida de un ser amado.

“Me di cuenta de la guerra hasta que cumplí 6 años, cuando mataron a mi papá”, dice Alvarado y explica que antes de esa fecha recuerda muy poco de lo que sucedía en el país.

El día de la muerte de su padre, Alvarado cuenta que estaban cenando cuando se escucharon varios disparos, ella, su hermano y su madre estaban preocupados porque estaba anocheciendo y su padre no regresaba, nunca se imaginaron que aquellos disparos que escucharon habían terminado con su vida.

“Aún recuerdo lo que estábamos cenando, comíamos costillas en salsa. Despues de eso no quise comer eso por mucho tiempo”, dice Alvadado entre lágrimas. La cena de esa noche quedó grabada como un mal recuerdo para la familia y aunque nadie dijo nada pasó mucho tiempo para que volvieran a preparar el mismo plato. “Aún ahora casi no lo comemos”, asegura.

“Se dieron las 7, las 8 y él no llegaba. Yo lo que hice, porque mi papá me lo había enseñado, fue empezar a rezar por él”, cuenta. Para la niña de aquel entonces, con solo seis años, la noche de ese tres de enero fue muy larga, se despertaron varias veces, junto a su hermano, para preguntar a su madre si ya había regresado su padre pero la única respuesta que recibieron fue el llanto de su madre.

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La mañana del cuatro de enero, la madre de Cecilia salió a buscar a su esposo, dejando solos a sus dos hijos. Con ayuda de los vecinos, quienes le fueron diciendo donde habían visto por última vez a su esposo, logró dar con él, había sido asesinado a solo tres cuadras de su casa.

“Allá vimos el cuerpo de don Orlandito tirado, lo recogieron unos soldados le dijeron los vecinos a mi mamá”, cuenta Alvarado y dice que así fue como su madre terminó en un cuartel, pidiendo información de su esposo. “Si no me equivoco fue al cuartel San Carlos, ahí le dieron los documentos de mi papá y le indicaron que estaba en el hospital Rosales”, dice.

Los abuelos de Cecilia también estaban buscando a su hijo y fueron ellos quienes llegaron primero al hospital para reconocer el cuerpo. Orlando Carrillo murió a los 33 años y dejó en orfandad a dos hijos, él trabajaba como contador y era el único sustento de su familia.

Debido a la guerra y al toque de queda, la única que fue a la vela de Orlando fue su esposa. “Mi mamá cuenta que mi tío le decía que se fuera a dormir pero ella dijo que no, porque sería la última noche que estaría con él”.

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Cecilia Alvarado cree que su padre fue asesinado por error, según lo que ha escuchado por algunos testigos. Para entrar a su casa habían tres entradas, una por la colonia Miralvalle, otra por San Antonio Abad y otra atravesando una finca, algunos vecinos de la época les contaron que en una de esas entradas habían retenes y detuvieron a la gente para que no pasaran hasta que fuera seguro, sin embargo, su padre decidió cambiar de ruta e intentó entrar por San Antonio Abad.

“En esa calle no habían retenes pero imagino que quizás la orden era, lo que se mueva le disparan”, deduce Alvarado.

“No sabemos quien lo asesinó. No sabemos que bando fue”, dice Cecilia Alvarado y explica que luego de la muerte de su padre, su madre se dedicó a trabajar para mantenerlos y nunca quiso indagar más sobre su muerte.

Una vida sin padre
Cecilia Alvarado recuerda que la vida sin su padre fue difícil, pues a pesar que recibían una pensión por el trabajo de su papá, no era suficiente para cubrir los gatos y su mamá tuvo que trabajar vendiendo verduras para poder mantenerlos.

Los años posteriores a la tragedia que destruyó a su familia, todos se aislaron de los acontecimientos de la guerra. Alvarado asegura que, tanto ella como su hermano, se dedicaron a estudiar y poco vieron de los acontecimientos sangrientos que ocurrían en el país, pues la zona en la que vivían no sufrió los peores estragos del conflicto.

Alvarado asegura que la firma de los Acuerdos de Paz le trajeron gran alegría y esperanza de que las cosas mejorarían.
“Yo lo que le digo a mis hijas es que la forma de resolver los problemas no es con la violencia, no es con la guerra”, dice y espera que nunca se repita un acontecimiento como el de la década de 1980.

#ProhibidoOlvidarSV
Para Cecilia Alvarado, hablar sobre la muerte de su padre ha sido imposible todos estos años, pues el dolor aún sigue a flor de piel, incluso con su familia ha sido un tema del que casi nadie habla, pero al ver todas las historias de la guerra que cientos de salvadoreños publicaron en Twitter, bajo el hashtag #ProhibidoOlvidarSV, encontró la fuerza para compartir su historia y honrar la memoria de su padre, con la esperanza que nadie tenga que enfrentar una guerra en el país otra vez.