El presidente de la Asociación de Colegios Privados de El Salvador (ACPES), Javier Hernández, adelantó que ese sector podría enfrentar una situación muy complicada a mediano plazo para poder cubrir el aumento de 20 % al salario mínimo establecido recientemente por el gobierno.
Hernández Amaya afirmó que si bien el gobierno prometió otorgar durante algunos meses un subsidio a empresas que cotizan al ISSS, para que hagan frente al incremento, ellos calculan que si no logran actualizar costos de matrícula o colegiaturas antes de que el beneficio quede sin efecto difícilmente podrán asumir o cubrir después el incremento.
Según el representante de la ACPES, gremial que aglutina a alrededor de 555 colegios medianos y pequeños, el tema es que las instituciones no logran hacer cambios en los costos debido a limitantes que desde hace años les ha impuesto el Decreto 533.
La normativa en mención establece que los colegios solo podrán elevar cuotas si en una Asamblea General con padres de familia, convocada específicamente para abordar el tema, logran contar con el aval del 75 % de los asistentes.
“Después de que pase ese año (de subsidio) hay un tiempo en el que no habrá de donde establecerse el 20 % para no trasladar el aumento al salario mínimo al padre de familia con la colegiatura o la matrícula”, razonó, previo a sostener un conversatorio a nivel de colegios.
Hernández Amaya señaló que con las condiciones iniciales que ha planteado el gobierno no les afecta las finanzas, pero si la empresa educativa privada se ve debilitada por falta de ingresos entonces será complicado asumir el aumento al salario mínimo sin que sea trasladado a los padres de familia.
“Para el 2023 las cosas se vuelven sumamente difíciles. Eso preocupa y creo que no solo a los colegios privados, sino que a todos”, aseveró.
El dirigente de la ACPES sostiene que tienen temores también de que la burocracia de estos procesos pueda traerles de repente dificultades, por ejemplo que pueda tener un tardía entrega o desembolso de subsidio y eso nos pueda complicar de repente los procesos administrativos en los colegios, pero no significa que sea una idea o un proyecto malo.
Hernández Amaya dijo que tienen que manejar responsablemente el tema en cuanto a no establecer cosas que no se van a cumplir, expectativas falsas.
“Debemos ser muy serios en cuanto a poner los pies en la tierra y decir hasta aquí puedo llegar, hasta aquí no. Habrá empresas que podrán hacerlo con mucha facilidad. Incluso tenemos muchos colegios que pagan arriba del sueldo mínimo y a esos no les va hacer nada, pero quienes pagamos exactamente el sueldo mínimo se nos va a complicar”, precisó.
El presidente de la ACPES pidió a las autoridades de Educación que revise las convocatorias que les han enviado algunos colegios para que les acompañen en este proceso de hacer Asambleas con los padres de familia para ver el tema de aumentos en cuotas; aunque subraya que son muy pocas las instituciones que están en esa gestión para este tema.
Desde el seno de la gremial reconocen que el tiempo ha sido bien difícil para las finanzas de los colegios y de los padres de familia.
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“Ha aumentado la morosidad, ha aumentado las cuentas por cobrar, ha aumentado las cuentas incobrables; los acreedores se han puesto mucho más estrictos para poder otorgar préstamos a los colegios; los padres de familia han sacrificado la calidad de educación por otros temas y han dejado abandonado el colegio por una computadora o por otras cosas que les han ofrecido”, dijo Hernández Amaya.
La medida gubernamental de incremento al salario mínimo entrará en vigencia el próximo mes, pero hasta principios de esta semana el gobierno aún no había informado sobre el mecanismo de entrega del mencionado subsidio que ha ofrecido para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).
En las cuentas del gobierno se requerirá $100 millones para entregar el beneficio a los negocios durante un año, pero al momento tampoco ha definido de qué partida sacará el monto.
“Lo estamos buscando, hay que recordar que el Presupuesto General de la Nación realmente es una sola masa, porque el dinero es fungible y como es una estrategia propia de país lo fondearemos del Presupuesto General de la Nación”, señaló el Ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya durante entrevista televisiva.