Hay varios factores que los abogados cuestionan tras el anuncio del presidente Nayib Bukele de comprar armamento militar a Turquía en el marco de su visita a ese país, una Nación liderada por el presidente Recep Tayyip Erdogan, quien es criticado por la organización Human Rights Watch de violar los derechos humanos de sus ciudadanos.
“Queremos comprar equipamiento militar a empresas turcas, puertos y queremos también construir un satélite con tecnología turca”, dijo Bukele tras su cita con Erdogan este jueves.
Adquirir equipamiento para el Ejército antes que buscar convenios con ese país para mejorar la salud de la población en medio de una pandemia, para sacar de la pobreza a miles de personas que no cuentan con un empleo para satisfacer sus necesidades básicas, de implementar un sistema de pensiones que dignifique a los trabajadores que se retiran de sus labores tras décadas de esfuerzo; entre otras demandas de la ciudadanía, no es bien visto por dos abogados consultados por El Diario de Hoy.
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Además, Wilson Sandoval, experto en Transparencia y Eduardo Escobar, director de Acción Ciudadana, apuntan que si Bukele quiere mejorar la seguridad, lo idóneo sería fortalecer a la Policía Nacional Civil y no a la Fuerza Armada.
“¿La ciudadanía quiere más armas para las Fuerzas Armadas o prefieren mejor sistema del Seguro Social? En otras palabras, esta política de rearme militar, además de no ser transparente, no está considerando elementos prioritarios de la sociedad, como la salud pública, pensiones, pobreza, etc., temas que requieren fondos antes que cualquier otra iniciativa como la de adquirir armas”, explicó Sandoval.
Para Escobar, habría que analizar también por qué Bukele decide en este justo momento rearmar al Ejército ¿cuál es esa finalidad? si solo es para sustituir el equipo militar para la defensa de la soberanía o se usará para tareas de seguridad pública, en cuyo caso, considera que lo ideal sería destinar esos fondos para reforzar a la Policía.
“Hay que analizar las prioridades, si el país está urgido por hacer esta renovación de equipo militar o si hay otras prioridades, por ejemplo, el tema de mejorar el servicio de seguridad pública, la educación, etc., el tema acá es de prioridades, si esto es la prioridad para el país en este momento, las Fuerzas Armadas o no, la realidad lo que nos demuestra es que el país tiene varias necesidades en varios ámbitos que deberían ser atendidas y no el tema de rearmar al Ejército”, aseveró Escobar.
La diputada del partido VAMOS, Claudia Ortiz, es de la idea que antes que pensar en comprar armas militares la población exige que el gobierno les brinde oportunidades para temas de educación, salud, para tecnologías en el área de la agricultura, con lo que se podría generar sostenibilidad para proporcionar soberanía alimentaria que permita palear el alto costo de los alimentos.
Para Sandoval rearmar al Ejército no va en consonancia con la idea de reforzar la seguridad pública que es el principal problema de los salvadoreños. “¿Por qué seguir rearmando al Ejército salvadoreño, cuando históricamente han sido una amenaza para la ciudadanía? Una inversión debería ser priorizada en la PNC, quien debe velar por la seguridad al interior del país”, afirmó Sandoval.
Añade que esa decisión es peligrosa, incluso, para los países vecinos y atenta en contra del Tratado Marco de Seguridad Democrática en Centroamérica. Este instrumento legal limita el rearme en virtud de anteponer la estabilidad centroamericana y sus ciudadanos antes que cualquier competencia armamentística.
“Precisamente, considerando la historia de las Fuerzas Armadas en la región, es que se acordaron estos límites. Sobrepasarlos, podría traer consecuencias de inestabilidad para todos nuestros vecinos y eso solo afecta a la ciudadanía”, mencionó Sandoval.