FOTOS y VIDEO: El Santa Claus islandés tiene corazón salvadoreño
Cada año, un ciudadano islandés, alto y regordete, barba blanca real a quien el ¡Jo, jo, jo, jo! le sale a la perfección, se viste de rojo y reparte alegría. Así fue su recorrido por el Centro Histórico de San Salvador.
El Santa Claus de esta historia no vivía en el Polo Norte, sino que en un país insular llamado Islandia, alejado del resto del mundo. Hace 50 años llegó a El Salvador, venía a pasar un par de días por negocios de su papá, pero terminó quedándose y se enamoró, haciendo suyas nuestras costumbres.
“El Salvador y su gente es hermoso”, eso es lo que tiene atrapado a Einar Sveinsson, el ciudadano islandés quien reúne todas las características del prototipo de Santa Claus.
El Santa Claus de esta historia no vivía en el Polo Norte, sino que en un país insular llamado Islandia, alejado del resto del mundo. Einar Sveinsson, alto y regordete, barba blanca real a quien el ¡Jo, jo, jo, jo! le sale a la perfección, se viste de rojo y reparte alegría a los salvadoreños.
Cuando llega la época de Navidad saca del clóset su traje rojo con bordes blancos, un gorro, cinturón negro y las típicas botas negras.
Con alegría, Sveinsson recuerda como a sus 23 años llegó al país acompañando a su padre quien vino a trabajar en un proyecto de una geotérmica “Solo venía por diez días y nunca regresé a mi país”.
Llegó en 1968, se asentó en el territorio por motivos de negocios y desde aquí viaja hacia Guatemala y Honduras por razones comerciales.
Sveinsson dice en tono de broma que se quedó en el país por “Las salvadoreñas” se ríe y agrega “estoy bromeando, pero El Salvador es muy bueno por los negocios además está cerca de Guate y Honduras”.
Sobre su papel de Santa Claus cuenta que fue en 1999 cuando viajó a su país natal y motivado en la época de Navidad decidió escribir una miniserie de televisión llamada la Página Navideña de Santa.
“En el año 2000 fui a México para mostrar mi proyecto leyeron el guion y lo aprobaron y dijeron “ándale” vamos a firmar. Yo no esperaba ser Santa y hubo un casting de unos mil niños y solo escogimos 8 y yo preguntaba cuándo vamos a tener el casting para Santa y me dijeron tú serás Santa quien más”, recuerda.
Fue así como se enamoró del personaje navideño y desde esa fecha hasta estos días no deja los implementos para la caracterización, que toma fuerza desde agosto, mes en el que comienza a desempolvar el traje para grabar comerciales para empresas, hacer sus primeras presentaciones en asilos, orfanatos y otros lugares.