A los despidos en el Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local (FISDL), denunciados en días anteriores, se le suman más casos esta vez en el Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal (ISDEM). Desde el pasado martes, decenas de trabajadores fueron notificados de que no seguirían más en sus cargos dentro de la entidad.
Según informó este sábado la Unión Nacional para la defensa de la Clase Trabajadora (UNT) son más de 100 personas las que han quedado sin empleo, 70 de ellos en la sede de San Salvador, donde actualmente solo quedan 35 personas que, según los sindicalistas, serán los encargados de liquidar la institución. El resto de despidos se dio en las sedes de San Miguel y Santa Ana, las cuales ya fueron clausuradas, según los trabajadores despedidos que decidieron hacer la denuncia pública.
Una de estas personas fue Óscar Galdámez, de 43 años de edad, 20 años de ellos los llevaba trabajando en el área de informática de la institución. La noticia de su despido lo tomó por sorpresa, Galdámez tiene dos hijos de 23 y 13 años. Además de sus compromisos familiares, los compromisos económicos también le preocupan "tengo deudas que honrar, con esto la vida me cambia totalmente", asegura.
Según los trabajadores despedidos esta acción es parte de un proceso en el que varias instituciones autónomas serán fusionadas o liquidadas, pero esto generará una ola de despidos masivos que afectarán a miles de trabajadores en todo el país.
"Estamos hablando de un proceso de desaparición de instituciones y de fusiones de las mismas. Queremos elevar nuestra voz a todos los trabajadores públicos, principalmente de las instituciones autónomas ya que, en el presupuesto 2022 se presentarán estos procesos y por lo tanto un proceso de despidos masivos", aseguró Galdámez.
Un proceso denigrante
Otra de las despedidas del ISDEM fue Milagro de Fernández de 56 años de edad, ella llevaba 15 años en la institución trabajando como secretaria de conflictos sindical. Ahora teme no poder acceder a una pensión digna y, de momento, aún no sabe cómo solventará su situación económica. “A mí esto me va afectar directamente en mi economía, tengo por pagar un préstamo del cual me faltan siete años por pagar", menciona.
Según explicaron los trabajadores, sus indemnizaciones fueron entregadas completamente, pero muchas personas que tenían poco tiempo de laborar allí recibieron cantidades menores que no les alcanzará para sobrevivir durante mucho tiempo. “Es bien feo esto que está pasando, son más de cien personas, entre ellas muchas madres solteras”, explica de Fernández.
La manera en cómo fueron despedidos también generó molestias entre los trabajadores. “Como ser humano puedo decirlo, la forma en que nos despidieron fue denigrante. A mí me pusieron a la asistente técnico de la gerencia general para que anduviera detrás de mí como que era policía, como si yo me iba a robar algo, tanto así que preferí dejar mis cosas allí adentro”, agregó de Fernández.