La intención del gobierno de reducir y centralizar los fondos públicos que son para las 262 alcaldías terminará teniendo un impacto negativo de grandes dimensiones en los habitantes de sus municipios, ya que los jefes edilicios tendrían que subir las tasas municipales para dar respuesta a las necesidades de su gente o despedir a sus empleados.
Esto es lo que advierte el alcalde de San José Villanueva, del departamento de La Libertad, Pedro Durán, quien rotundamente explicó en la entrevista televisiva de Frente a Frente, que la propuesta del Ejecutivo deja en la calle financieramente a las comunas más pequeñas y recónditas del territorio nacional que subsisten en un 100% del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios de El Salvador (FODES).
“Todo aquello que se pagaba con FODES ya no se va a poder pagar. La situación lleva a despedir personal o a revisar las tasas municipales, al final, estamos castigando al pueblo, a la gente que no puede pagar sus impuestos. Son familias que se quedarían sin trabajo y no por una decisión antojadiza del alcalde sino por falta de liquidez, tocar el FODES realmente es tocar al pueblo más necesitado”, lamentó Durán.
Eso sería en el mejor de los casos, pero qué pasará con las comunas que dependen en un 100% del FODES, dice Durán, "y si usted de los quita ¿con qué van a subsistir?", advierte el jefe edilicio.
Al menos en el caso de San José Villanueva, el alcalde explica que de aprobarse las reformas solicitadas por el gobierno para bajar el FODES del 10% al 1.5% en diciembre será difícil pagar los aguinaldos a los empleados de la comuna y prevé que la misma situación podría ocurrir con el resto de municipalidades.
El Ejecutivo mandó a la Asamblea tres propuestas encaminadas a hacerse del control total de los fondos municipales, una pretende reducir el porcentaje que por ley reciben las alcaldías de fondos del Estado conocido como FODES; otra iniciativa está encaminada a eliminar el Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal (ISDEM), que era el ente encargado de distribuir el FODES a las alcaldías para sustituirlo por una dirección gubernamental que dependerá de la Presidencia; y una ley que simplifica el proceso de adjudicación de obras municipales, pero elimina los requisitos que establece la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP).
Esto último, cuestionado por economistas como Rafael Lemus, que subraya la falta de transparencia del uso de esos recursos estatales ahora a cargo totalmente del Ejecutivo.
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Durán también hace una relación de como impactará la sensible baja del FODES en las alcaldías, por ejemplo, en su municipio actualmente recibe $100,000 mensuales en concepto de FODES, pero si se aprueba la reforma planteada por el gobierno, su ingreso se reduciría a $15,000 mensuales.
“Con estos 15,000 tendríamos que hacer frente a los gastos de funcionamiento con la planilla que tenemos que pagar. Por ejemplo, en invierno se gasta más en llevar la basura, porque la basura está mojada, pesa más”, lamentó Durán.
Añadió que “ahorcar” a las alcaldías con esa “drástica” reducción va en contra de lo que el mismo presidente Nayib Bukele prometió en su campaña presidencial dentro del “Plan Cuscatlán” que aumentaría el FODES en cinco puntos porcentuales.
Además, hay criterios como el de población en los que se está basando la propuesta de Ley del FODES del gobierno para asignar los recursos del Estado que no concuerdan con la realidad.
“Hay varios criterios, en cuanto a la distribución en población que tiene un municipio, se habla que se tomará como base el censo de población vigente y el último censo es de 2007. En ese momento, eran 13,000 habitantes, ahora casi llegamos a 30,000 habitantes. Desde allí el parámetro que designan para el mayor porcentaje del FODES está totalmente fuera de la realidad nacional”, explicó Durán.