“Tenemos análisis periciales, sobretodo, de una extracción de memoria o USB, en la cual efectivamente consta cuando el señor imputado acecha y está insultando, atribuyendo conductas ilícitas a la víctima, en este caso, que pertenece a pandillas, que manda a asesinar a policías y soldados, que son conductas graves atribuidas a la víctima”, resumió la fiscal el caso judicial en el que se procesa al activista pro Nayib Bukele, José Roberto Silva Rugamas, en perjuicio del exdiputado por el FMLN, Schafik Hándal.
A las pruebas anteriores se le suma, según la fiscal, “dos peritajes por parte de Dati, que es una búsqueda de redes sociales en las cuales aparece el imputado con todas sus cuentas y también un análisis comparativo de rostro que se hizo con un perito también de Dati, en la cual se determina que la persona que sale cometiendo los delitos en contra de la víctima es la misma persona que tenemos nosotros procesada”.
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A raíz de esas pruebas técnicas presentadas por la Fiscalía General, el Juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador resolvió este viernes que Silva Rugamas vaya a juicio por el delito de desacato (ofender el honor y decoro de un funcionario público en el ejercicio de sus funciones).
La decisión del referido juzgado se conoció, luego de la audiencia preliminar contra Silva Rugamas.
Los hechos ocurrieron el 5 de marzo de 2020 en la entrada sur del edificio de la Asamblea Legislativa. Silva Rugamas al percatarse de la llegada de Hándal comenzó a insultarlo, mientras transmitía en vivo a través de redes sociales, según la acusación de la Fiscalía.
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“No traté de dañarlo, fue político”
Tras salir de la audiencia, Silva Rugamas aseguró que no fue su intención ofender al exdiputado Hándal, sino que era parte de la libertad de expresión.
“En ningún momento traté de dañarlo a él como persona, siempre fue político, siempre, lastimosamente en este país los políticos se protegieron con leyes para que nadie les pueda decir”, se justificó Silva Rugamas.
Agregó que “lastimosamente aquí en El Salvador, la libre expresión la toman a carácter personal”.
Cuando se le cuestionó que si insultar o acusar a una persona de alguna conducta delictiva es parte de la libertad de expresión, Silva Rugamas no quiso responder y se limitó a responder a los periodistas: “hasta aquí vamos a llegar, creo que fui un poco cortés con ustedes y hasta aquí vamos a llegar”.
En julio pasado, el referido juzgado le negó la libertad condicional a Silva Rugamas por tener otro proceso en contra, por acoso cibernético y expresiones de violencia contra la mujer en perjuicio de la exdiputada Karina Sosa y la excandidata a diputada Daniela Genovez.
En esta oportunidad el Juzgado Cuarto de Instrucción decidió no darle medidas que sustituyen a la detención por el mismo proceso judicial que tiene pendiente, a pesar de que una Cámara de lo Penal resolvió a favor del imputado, pero con fianza de $5,000 que no ha sido pagada.
El delito de desacato tiene una pena máxima de cuatro años de prisión.
José Roberto Silva Rugamas, activisita pro Gobierno, enfrentará este 17 de marzo la audiencia inicial por insultar y agredir verbalmente al diputado del FMLN, Schafik Hándal, en marzo de 2020