“Esta representación fiscal está convencida de que la víctima (investigador de la DECO) fue ejecutada con dolo”, dijo una fiscal en la audiencia inicial contra dos policías y dos civiles que son acusados de asesinar al investigador de la División élite contra el Crimen Organizado (Deco), Francisco Noel Herrera Merlos.
La diligencia fue instalada ayer por el Juzgado Quinto de Paz de San Salvador sin la presencia de los cuatro acusados. El inspector de la Policía, Elio Francisco López Aguilar, el agente de la Policía, Manuel de Jesús Valenzuela Lima y los civiles, Daniel Isaac Castillo Recinos y Carlos Eliézar Ramírez Aguilar; son acusados de asesinar al investigador Herrera Merlos. A López Aguilar le suman la tenencia, conducción y portación de armas de guerra.
“Este hecho fue cometido de forma dolosa, no se puede decir que se cometió al calor de las bebidas alcohólicas”, dijo la fiscal.
Otro de los fiscales aseguró que por las circunstancias que rodearon el asesinato de Herrera Merlos denotan que hubo “un plan de ejecución que tenían contra la víctima”.
Los fiscales descartaron la posibilidad de una agresión de parte de la víctima para que lo hayan asesinado o por lo menos que el investigador Merlos representara un peligro para los cuatro acusados.
Además los fiscales tienen sus dudas con respecto a la granada que tenía la víctima pegada a su cuerpo, porque si el investigador hubiera tenido la granada en su mano, Herrera la habría soltado al recibir el balazo. Por esa razón es que los fiscales creen que “esa granada fue puesta después del crimen”, dijo un fiscal.
Otro de los indicios que según los fiscales se trató de una ejecución es que la trayectoria del disparo fue de arriba hacia abajo, según el informe pericial. Lo que significa que Herrera Merlos estaba en una posición de sometimiento, según los fiscales.
El investigador de la Deco Herrera Merlos fue asesinado con una pistola que le fue hurtada a otro policia el 30 de septiembre de 2013, según el Ministerio Público.
Fiscales dijeron en la audiencia inicial que el investigador Herrera Merlos tenía el tabique nasal fracturado a raíz de los golpes que habría recibido de los cuatro acusados.
Enrique Rodríguez, quien defiende al inspector de la Policía Elio Francisco López Aguilar, aseguró que los fiscales no lograron demostrar que los hechos se hayan registrado tal como ellos lo aseguran.
“De que no tienen elementos periféricos o directos que determinen que efectivamente mi cliente haya buscado la manera de someter a la víctima”, dijo Rodríguez.
Aseguró que el inspector López Aguilar nunca participó en “la ejecución de esa persona, eso no existe porque no hay ningún tipo de elemento que lo verifique”.
La versión del abogado Rodríguez es que el inspector López Aguilar no estaba en la casa al momento del asesinato de Herrera Merlos, sino que llegó después, porque le avisaron de que las personas que estaban en la casa hacían desorden. La casa donde se produjo el asesinato es propiedad de López Aguilar y Herrera Merlos le alquilaba una habitación.