Fiscal general: “Rompimos con la impunidad”

En un mostrador, en la antesala, está un letrero en el que se lee: “Si es legal, correcto y justo; pase adelante”. Y al abrirse la puerta, está el despacho del Fiscal General de la República, Douglas Meléndez, quien al lado de una mesa revisa una veintena de expedientes y casos.

La frase en el rótulo es curiosa y provocadora, toda vez que Luis Martínez, el anterior titular de esa institución, está en prisión, acusado de formar parte y de favorecer – desde ese mismo despacho – una trama de sobornos y corrupción, que buscaba sacar ventaja del sistema de justicia. Ayer fue condenado a 5 años del prisión por haber filtrado audios de conversaciones íntimas del padre Antonio Rodríguez.

 

Romper con esa práctica y esa herencia es uno de los tantos avances que Meléndez señala como suyos en una gestión que inició en 2016 y que está por terminar a inicios de enero 2019. Hace un repaso de otros logros que, considera, son su principal carta de presentación en la búsqueda de la reelección.

Reconoce que ha sido incómodo para algunas personas por haberlos investigado, y si debe salir de la institución – en caso de no ser reelecto – se irá con muchas enemistades y dos enfermedades nuevas.

Oriundo de Dolores, un pequeño y caluroso pueblo de Cabañas y próximo a la frontera con Honduras, Meléndez (55 años) es un abogado de carrera que como fiscal auxiliar conoció durante unos 16 años los laberintos de la justicia; y ahora está al frente de la institución.

Pero, ¿Quién es Douglas Meléndez, más allá del hombre de traje formal, de semblante serio y frases directas, a veces a secas?. Él se describe así:

Douglas Meléndez es un salvadoreño más de origen humilde, que logró superarse en sus estudios y logró ser fiscal general a puro sacrificio. Nunca nadie me regalo nada, si no a puro sacrificio logramos superarnos, lograr ser abogado y también tomar la decisión de aportarle al país.

¿Y ese aprendizaje de sobreponerse en la vida ante esas adversidades que ha descrito, cómo le ha ayudado en su gestión como servidor público?

Si se pueden superar situaciones tan fuertes en la vida o en el trabajo, se logra tener una visión distinta de procurar hacer las cosas bien, y tratar de aportarle a los demás. Cuando a mi me juramentaron hace tres años aproximadamente, me preguntaron si iba a cumplir con la Constitución de la República; y pareciera que ese juramento que uno hace es como un formalismo, sin embargo, yo cuando juré, me comprometí y fue mi visión de hacerlo.

Y en segundo lugar, después de que me juramentaron, dije que iba a estar al lado del pueblo. Y esa ha sido mi hoja de ruta y mi brújula en estos tres años.

¿Cuál considera que es su principal virtud como persona?

La integridad y la honestidad en este cargo es primordial, aunque es bien difícil hablar de uno mismo.

¿Ha habido algo en su gestión que lo haya sacado de balance?

Hubo algo al principio de mi gestión, en los primeros meses, que recibí presiones y otro tipo de cosas. Recién llegado un funcionario a un cargo y comienzan con presiones y querer influir, mandar ofrecimientos, y uno no está acostumbrado a eso, te toma por sorpresa.

Luego, mandé mensajes claros que no me iba a prestar a este tipo de situaciones, que no iba a permitir que la Fiscalía fuera tomada por personas y por grupos, y luego las cosas comenzaron a caminar.

También hemos tenido situaciones fuertes en algunos casos, que se puede tener con personas cuando se llevan a cabo investigaciones grandes, o de ciertas personas o de ciertos grupos.

Paradójicamente en este país, cuando un funcionario público, ya sea un fiscal o un policía, procura hacer bien su trabajo, suele resultar incómodo para personas o grupos de poder. ¿Se ha considerado en algún momento un funcionario incómodo?

[Respira hondo y responde:]

Tengo que ser transparente y sincero: Podría ser, por que lo que ha ocurrido. El contexto de la Fiscalía se mide de forma parcial y no en general.

Creo que lo que hemos hecho en la institución ha sido importantísimo, hicimos un quiebre en la forma de aplicar la ley en este país, al darle cumplimiento al principio constitucional que todos somos iguales ante la ley; y aplicarle la ley a todos por igual en un país no acostumbrado a eso, trae de alguna manera animadversiones al funcionario que pretende hacer las cosas bien.

¿Y porqué los diputados de la Asamblea Legislativa deberían reelegir a Douglas Meléndez como fiscal general de la República?

Como fiscal general y debido a la experiencia que tenía, gracias a Dios, como fiscal de casos por 16 años, desde el primer día me dedique a trabajar . Y en esto hay dos aspectos importantes: Uno, he demostrado el interés por trabajar y hacer las cosas bien, aún y cuando hemos luchado contra la adversidad, y hemos hecho cosas importantes que no se puede tapar como el sol con un dedo, con el presupuesto limitado que hemos tenido.

Además del trabajo, hemos demostrado independencia y hemos hecho una persecución en todos lo niveles del crimen.

¿ Cuál considera, entonces, que ha sido su principal logro como fiscal general?

Lo pongo en la siguiente frase: Rompimos con la impunidad en este país.

La Fiscalía en estos tres años demostró que se puede aplicar el principio constitucional de aplicar la ley a todos por igual.

¿Y esa ruptura con ese estado de impunidad tiene como sus principales logros procesar a ex presidentes de la República, al ex fiscal general y otros?

Eso ha sido relevante, pero no es lo único. También hemos ido de manera fuerte contra el crimen organizado y estructuras, y verlas de manera paralela. Encontré una institución opaca, adormecida, y la activamos.

Para eso, hemos ido en tres vías: Reconstruir la institución, modernizarla y cambiar las estrategias del combate del delito. Y me ha tocado también ir en contra del sistema.

Es más, esta Fiscalía estaba entregada a grupos y a sujetos del crimen organizado y lo hemos demostrado con las investigaciones que hemos sacado.

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Al preguntarle qué otros logros considera de su gestión, el Fiscal General busca en su portafolios, saca un documento con datos y los enumera así ( y resalta que estos logros no se habían obtenido en ninguna administración fiscal ): Se han enfocado en los 20 delitos que han tenido más incidencia en la población, lo que ha permitido más de 27 mil condenas en este período. De esas, 2 mil penas han sido contra agresores sexuales.

En cuanto al combate al crimen al crimen organizado, sostiene que hubo un giro en la estrategia e investigación, con lo que han desarticulado 27 estructuras de narcotráfico, con más de 2 mil 800 condenas por probarse este delito (148 extranjeros, la mayoría de Sur América purga una pena); y 20 toneladas de droga han sido decomisadas y destruidas.

Y la lista de funcionarios públicos procesados incluye 150 policías, jueces y el ex fiscal Martínez.

A 2018, la Fiscalía había intervenido (vía extinción de dominio) bienes valoradas en 116 millones 901 mil dólares, que estaban en poder de las pandillas, el crimen organizados y de personas acusadas de corrupción. Y le fueron recuperados al Estado unos 64 millones, provenientes de evasión de impuestos o de contrabando.

De cara al futuro

La Fiscalía necesita unos 90 millones de dólares para poder operar en 2019, e implementar una serie de proyectos e iniciativas. Sin embargo, en la propuesta del Presupuesto General de la Nación sólo se la han asignado 46.8 millones para el próximo años (lo que supone un aumento de 2.2 millones con respecto a 2017)

Ante este panorama, Meléndez tendrá una institución en desventaja, en caso de ser reelecto. A lo que responde:

Cuando no tenemos los recursos suficientes, nuestro actuar se limita, nuestra operatividad.

Lo que ha ocurrido con otros ministerios públicos o fiscalías en otros países es que cuando mide una incidencia delincuencial que ha incrementado o es fuerte, los presupuestos de las fiscalías crecen; y ese es el principal problema que hemos tenido, que la Fiscalía no ha crecido con respecto al nivel que tiene el crimen.

Un ejemplo concreto de una operatividad limitada: Nuestras oficinas especializadas que persiguen el crimen organizado pueden tener veinte fiscales, pero deberían de tener el doble de fiscales. Y hay unidades que solo tenemos cinco fiscales para investigar.

Así, si tuviéramos más recursos, podríamos incidir más contra el crimen.