Habrá una modesta celebración del Día de los Farolitos en Ahuachapán

Algunas instituciones harán actividades para mantener la celebración que tiene más de un siglo, pero sin permitir aglomeraciones. La Iglesia Católica recorrerá el municipio con la imagen de la Virgen Niña.

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La fiesta de los farolitos se realiza también en los municipios de Ataco, Apaneca, Nahuizalco, Juayúa, Salcoatitán. Foto EDH/ Archivo

Por Cristian Díaz

2021-08-24 8:30:08

Debido a la pandemia generada por el covid-19, algunas de las instituciones que participan en la celebración del Día de los Farolitos, en Ahuachapán, realizarán actividades modestas para evitar aglomeraciones.

A esto se suma que desde mediados de julio existe un decreto transitorio, aprobado en la Asamblea Legislativa, que prohíbe por 90 días el desarrollo de conciertos, mítines, eventos deportivos abiertos al público y fiestas patronales.

Dichas prohibiciones estarán vigentes hasta el 11 de octubre; es decir, incluso hasta un mes después de la fecha de celebración del Día de los Farolitos, que se realiza cada 7 de septiembre.

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Quienes incumplan el decreto legislativo podrán ser sancionados con una multa equivalente hasta 100 salarios mínimos.

Por ello, la alcaldía y el parque La Concordia, por ejemplo, sólo serán adornados con motivo a la víspera del Nacimiento de la Virgen María, que es el objetivo central de dicha celebración que se realiza desde hace 171 años, aproximadamente.

La Asamblea Legislativa decretó en agosto de 2014, el Día de los Farolitos como Patrimonio Cultural Inmaterial de El Salvador.

El coordinador de las Casas de la Cultura de Ahuachapán, Walter Elías, señaló que como entidad colocarán un altar con la Virgen Niña para que algunas personas puedan llegar a venerarla; la infraestructura también será adornada con farolitos y desarrollarán el denominado Farolitearte, que serán presentaciones artísticas que serán transmitidas vía Facebook.

“Prácticamente no habrán actividades en las cuales se pueda permitir la aglomeración de personas. (En) la Casa de la Cultura de Ahuachapán la actividad principal, como todos los años, será el concurso de farolitos; el cual se va a hacer de manera virtual.

La modalidad es que las personas nos estarán enviando su participación a través de fotografías y vídeos. El jurado calificador desarrollará dicha calificación viendo las fotografías y los vídeos”, expresó Elías.

Este será el trigésimo primer concurso de farolitos que realizará la Casa de la Cultura.

El párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, padre Oseas Borja, señaló que a las 4:00 de la tarde del 7 de septiembre saldrá una caravana de vehículos con la imagen de la Virgen Niña desde la iglesia Guadalupe. Recorrerá varias zonas, como el Ivu, Ciudad Pacífico, San Rafael, San José, San Judas, y El Nopal.

A las 6:00 de la tarde en la iglesia Asunción desarrollarán una misa en su honor. El ingreso a la misa será por orden de llegada hasta completar el cupo de la iglesia, que son aproximadamente 500 personas. Para entrar al templo las personas deben de pasar por un proceso de bioseguridad.

“Invitar a que las personas pongan un farolito en sus puertas, adornen bonito y pongan a la Virgencita para que no se pierda la tradición”, expresó el párroco.

Ahuachapán triplica los casos positivos reportados respecto al segundo municipio del departamento con más personas contagiadas, de acuerdo a cifras oficiales reportadas en la página web que consigna a diario las cifras.

La cabecera departamental tiene 1,518 casos positivos; mientras que Atiquizaya, que es el segundo municipio con más casos, ha reportado a la fecha 486 personas contagiadas con la enfermedad .

Historia

El 7 de septiembre de cada año, Ahuachapán es alumbrado por coloridos faroles que dan vida a la celebración de la víspera del nacimiento de la Virgen María.

Aunque existe otra versión del origen de esta tradición, que hace referencia a que inició tras un terremoto que sucedió en 1850.

Un estudio que elaboró en el 2002 la Casa de la Cultura de la localidad señala que los pobladores por temor a que ocurrieran más temblores, salieron a dormir a las calles y por no tener energía eléctrica tuvieron que alumbrarse por diferentes medios como candiles, rajitas de ocote, y candelas.

Los lugareños imploraron la protección de la Virgen María, prometiendo que por coincidir la fecha del terremoto con la víspera de su nacimiento, harían una celebración en su honor cada 7 de septiembre. Para ello iban a iluminar los exteriores de su vivienda con los medios existentes.

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