Krissia Pamela Orellana habría cumplido 25 años el 30 de octubre, una fecha que su madre, su hermana mayor y sus dos hijos, de seis y ocho años, recordaron este año con tristeza. Llegaron al cementerio Los Cipreses, en San Salvador, para dejar flores a la tumba de la joven. Krissia fue enterrada en ese parque memorial el pasado 31 de agosto.
La joven murió un día antes en un accidente de tránsito ocurrido a las 4:45 a.m. en la prolongación del bulevar Tutunichapa y diagonal Doctor Arturo Romero, en el carril que conduce de oriente a poniente. Iba en una motocicleta junto a su compañero de vida, Walter Enoc López Hernández, de 40 años. Ambos perdieron la vida al instante.
Walter era un reconocido tatuador, tenía su local en San Salvador. Tras conocer su trágica muerte, familiares y amigos lamentaron el deceso y resaltaron las cualidades del hombre, no obstante, poco se dijo de su pareja, con quien tenía una relación desde hacía tres años. La pareja tuvo una relación difícil, relata Jennifer Orellana, la hermana mayor de Krissia, quien asegura que siempre la cuidó como si fuera su madre.
Krissia no llevaba documentos de identidad el día del accidente, por lo que no fue reconocida; Jennifer llegó a la escena, pero al no poder comprobar la identidad de su pariente (por no portar la documentación) esta fue llevada a la morgue de Medicina Legal como cuerpo “no identificado”.
Ya pasaron tres meses y pese a que el informe policial determina la causa del accidente como distracción del conductor, a la familia de Krissia le carcome la duda, pues sospechan que otro conductor pudo haberlos sacado de la vía.
“La moto está entera, no le pasó nada, está en (el predio de Ilopango) Changallo. Para mí no fue solo un accidente, otro carro pudo haberlos empujado. Otra cosa, los árboles que están en la acera son delgados y no tienen señal de un impacto fuerte por alta velocidad”, analiza Jennifer. “Walter no manejaba rápido”, agrega.
A la joven y su madre, Saida Flores, les parece curioso además la forma en la que los cuerpos quedaron, él sobre la acera (al pie del árbol con el que habrían chocado); ella sobre la calle asfaltada. Lamentan además que no se haya practicado autopsia.
Desde la muerte de Krissia Pamela, tanto su madre como su hermana han pasado los días entre la Fiscalía y la Policía tratando de encontrar respuestas. Dicen haber solicitado a la Policía revisar las cámaras de videovigilancia ubicadas en la zona, pero aseguran que la poca disponibilidad de las autoridades en atender el caso los ha sumergido en la incertidumbre.
“La respuesta del policía fue que muchas veces pueden haber cámaras (en la zona) pero que eso no garantizaba que estuvieran funcionando. En la zona hay varios edificios que tienen cámaras, pero no hemos podido tener acceso a estas”, afirma Jennifer.
El Diario de Hoy solicitó entrevista a la División de Tránsito de la PNC a través de la Dirección de Comunicaciones, se llamó en varias ocasiones y tras enviar varios mensajes vía WhatsApp no fue atendida. También se buscó tener declaraciones del Instituto de Medicina Legal, pero a un mes de la solicitud y la insistencia hecha al área de comunicaciones no se tuvo respuesta.
La familia de la víctima proporcionó el documento del levantamiento de cadáver y el parte policial que les fueron entregados certificados por la Fiscalía dos meses después del hecho.
Informe policial no es concluyente
El documento de la inspección policial no señala si la cámara más cercana a la escena tiene alcance o no al punto donde ocurrió el accidente o si en las imágenes se observa o no el momento del choque.
También han solicitado investigación a la Fiscalía, no obstante Jennifer lamenta que no hayan avances y que tenga que estar llegando insistentemente a la Unidad de Vida de Santa Elena para tener noticias del caso y en muchas ocasiones no ser atendida.
Tras consultar vía teléfono al fiscal del caso, Vicente Turcios, dijo a este medio en octubre pasado que las instituciones tienen sobre carga de trabajo y que es responsabilidad del interesado estar preguntando. “Le damos prioridad a los casos en los que vemos que la familia se interesa”, señaló sin dar más detalles. Agregó además que sería a través del informe forense que se determinaría si existe alguna vía de investigación.
No se sabe qué más registró la videovigilancia
En el reporte policial se menciona que luego de recibir la llamada de alerta al sistema de emergencias 911 sobre dos personas fallecidas por accidente, en la referida zona, se revisó en la cámara más cercana del sistema ARGUS para verificar si había imágenes del percance vial.
El informe policial no es concluyente sobre si hay imágenes o no del momento del accidente.
El agente que acudió a la escena se limita a señalar: “Se observa que a eso de las 04 horas con 45 minutos el tráfico se comienza a congestionar”, sin especificar si hay alcance o no de la cámara al punto donde ocurrió el hecho o si las imágenes muestran o no el momento en el que Walter y Krissia chocaron contra los árboles.
Por su parte, el fiscal del caso dijo que se había solicitado a la Policía revisar si hay videos e investigar si hay testigos.
A Krissia sobreviven sus dos pequeños hijos, quienes han quedado bajo la custodia de sus padres. Para los niños, los días se vuelven confusos. “Siempre preguntan si su mamá va a regresar”, comenta su hermana.
Cada mañana, los niños escriben cartas a su madre, y aunque los últimos meses de su vida no los compartió con ellos, su familia la describe como una madre amorosa y dedicada.
El 30 de noviembre se cumplió tres meses del fatal accidente, el cual, según la Policía, fue originado por la imprudencia del conductor, pero anota otro dato: manejaba la motocicleta “sin las medidas de seguridad”. Esto inquieta a la familia, pues en el lugar del accidente, hay constancia de que, por ejemplo, ambos portaban cascos.
Walter Enoc perdió el control del manubrio, chocó primero en uno de los árboles ubicados sobre la acera, luego “se desplaza hacia adelante yendo a chocar con la parte delantera de la motocicleta en un segundo árbol”, dice el informe policial.
Krissia relata que la motocicleta no tiene mayores daños y que solo buscan ayuda para esclarecer el caso.
“Solo pedimos que se investigue. Cómo familia hemos pedido ver las cámaras de seguridad de la zona; para mí esto no fue un accidente, en el lugar hay edificios con videovigilancia”, sentencia la hermana mayor.
FRASE
Ante la incertidumbre de la familia, el subcomisionado Otto Urrutia, quien hasta 2018 se desempeñó como jefe del departamento de investigaciones de accidentes de la División de Tránsito Terrestre de la Policía Nacional Civil (PNC), señaló que es Medicina Legal el encargado de determinar la causa de muerte con base en las lesiones, y que “como policías investigadores de tránsito tenemos la capacidad para saber cuándo hay una manipulación de escena”, dijo el experto. Agrega que no puede haber otra lectura de la escena si ya Medicina Legal determinó la imprudencia del conductor como causa del accidente.
Walter Enoc tenía lesiones graves en el dorso de nariz y auricular izquierdo mientras que su acompañante sufrió una herida en la región frontal y en la mandíbula lo que les habría causado la muerte.
Para la familia Krissia, no hay consuelo. “Las noches son largas, ya no puedo dormir pensando que otra persona los golpeó y los hizo chocar y que quizás anda por ahí mientras mi hermana está muerta”, concluye la familiar de la joven.
Una persona muere cada día en accidentes de motocicletas
18,341 accidentes de tránsito se han registrado en El Salvador del 1 de enero e inicios de diciembre de 2019, según datos de la Policía Nacional Civil, un saldo que ha dejado 9,982 heridos y 1,266 muertos.
El Vicemenisterio de Transporte contabilizó entre julio y septiembre del presente año 1,881 accidente de motos, con un saldo de 1,730 lesionados y 303 muertes, es decir una muerte al día.
La primera causa de accidentabilidad en motos es la distracción al volante, seguido por invadir el carril y en tercer lugar conducir a alta velocidad, señala el VMT.
