José Osmín Meza tenía 68 años y más de una década de ser optometrista. El 16 de julio fue internado en Hospital regional del ISSS de San Miguel y murió este lunes. Luchó contra el virus casi 12 días y finalmente perdió la batalla, su esposa Antonia Luisa Tevez Molina de Meza, de 66 años, asegura que desconoce si se contagió del virus atendiendo a pacientes o en sus actividades cotidianas.
“Él tuvo todos los cuidados necesarios, usaba alcohol gel, mascarilla, igual sus pacientes. Desinfectaba todos los días, quizás se contagió en la cotidianidad de la calle, no sabemos adónde agarró el virus”, comenta.
Asegura que su esposo era quien mantenía en pie un negocio familiar de años, la herencia de la familia, esto lo llevó a estudiar un técnico en optometría, asistir a curso, foros, pero terminó de afinar sus conocimientos y especializarse en la práctica.
“Él asistía a cursos, buscó ayuda en internet, se dejó asesorar de otros optometristas, ópticas para poner el negocito. Poco a poco fue aprendiendo a hacer exámenes visuales después de tomar clases, pero su aprendizaje fue más práctico, incluso aprendió algunas cosas en YouTube”.
Doña Luisa de Meza cuenta que su esposo era una persona que siempre estaba sonriendo, “era bien humorístico, alegre y bondadoso”.
“Él si podía hacer un favor a alguien lo hacía de forma incondicional, era un corazón de niño, pocas veces estaba serio. Trataba bien a sus clientes por eso lo buscaban. Él era bastante considerado con el aspecto económico de las personas, tenía precios aceptables”, comenta.
Ahora, después de 45 años de matrimonio asegura que extrañará a su compañero, pero le quedan los recuerdos que juntos compartieron. Asegura que siempre recordará el gusto de su esposo por la jardinería, la playa y los mariscos.
“A él le gustaba mucho caminar por la playa, le gustaban los mariscos, sobre todo el pescado. Estuvimos casados casi 46 años, tuvimos dos hijos, ellos ya están grandes”, comenta.
Piloto aviador durante el conflicto armado
Antes de ser optometrista, durante la época del conflicto armado José Osmín Meza fue aviador. Trabajó para la compañía de Transporte Aéreos de El Salvador (TAES).
“Él tenía su licencia, hacía vuelos entre Ilopango y San Miguel, todavía no era optometrista. Él era muy conocido por ser piloto, quizás lo fue unos 15 años porque cuando el conflicto terminó se abrieron las carreteras y ya la gente no necesitaba los taxis aéreos”, relata la viuda de Meza.
“Me quedan maravillosos recuerdos de cuando íbamos a la playa, nos gustaba asolearnos. En su tiempo libre le gustaba cuidar del jardín, tengo un montón de macetillas que dejó, le gustaban mucho las plantas y las flores, le encantaba”, concluyó.
En redes sociales familiares, amigos y movimientos de salud han lamentado el fallecimiento del profesional, pues era muy querido entre la comunidad migueleña.
Meza se suma a la lista de los 104 trabajadores de salud que han fallecido en el contexto de la pandemia, la mayoría han muerto a causa del virus y otros a falta de una prueba se han registrado como sospechosos.
El Movimiento Dr. Salvador Allende y la Asociación Latinoamericana de Medicina Social contabilizan 35 médicos, 22 enfermeras, 30 administrativos, 15 de otras áreas profesionales y dos estudiantes de medicina. De ellos, diez médicos pertenecían al sector privado.
Erick Aparicio fue ingresado el 20 de junio por COVID-19; el virus causó daño en pulmones e hígado. La familia del profesional, conocido entre habitantes como "El médico del pueblo", recolectaba fondos para su tratamiento.