La negativa del gobierno de Nayib Bukele de extraditar a los pandilleros Manicomio y el Blue, según las decisiones tomadas por magistrados afines al oficialismo en la Corte Suprema de Justicia, no solo busca dilatar las extradiciones, sino crear un blindaje para que estas personas no paguen por delitos en Estados Unidos.
La lectura que hace el criminólogo y experto en temas de seguridad, pandillas y narcotráfico, “es que la reciente solicitud hecha por la Fiscalía de Rodolfo Delgado a la Corte Suprema de Justicia para revisar el tratado de extradición con Estados Unidos se da en el contexto de Armando Eliu Melgar Díaz, un pandillero de la MS-13 apodado “el Blue”, que ostenta una posición de bastante influencia en dicha estructura criminal”.
Según Ponce, “la mayoría de reclamos enmarcan la solicitud fiscal como una especie de blindaje o beneficio para cabecillas pandilleros”.
La Corte Plena, con cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional nombrados por Bukele, denegó la extradición del Manicomio, pero además, luego de aprobada la extradición del Blue el año pasado, dio marcha atrás a la decisión tomada por la anterior Corte Plena y regreso el caso a estudio justificando que no hay condiciones y garantías para que ambos pandilleros sean procesados en el sistema judicial estadounidense.
Pero el análisis del criminólogo va mucho más allá, en el sentido que “los efectos de una revisión del tratado (de extradición) podrían no solo beneficiar a cabecillas pandilleros sino que también a funcionarios salvadoreños que sean acusados en Estados Unidos y, por lo tanto, se conviertan en figuras extraditables”.
Hace unos días se conoció que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones económicas contra el viceministro de Seguridad y director de Centros Penales, Osiris Luna, y contra Carlos Marroquín, director de Tejido Social, (ambos funcionarios muy cercanos de Bukele) por negociar una negociación con las tres pandillas (MS-13, 18R y 18S). Incluso el mismo fiscal anticorrupción que siguió las investigaciones, Germán Arriaza, investigaba a ambos funcionarios por los acuerdos con las pandillas recluidos en los penales del país.
Según Ponce, en círculos de seguridad e inteligencia corre información que sugiere que próximamente autoridades estadounidenses presentarían acusaciones penales en contra de funcionarios de países centroamericanos, incluyendo a El Salvador, por diversos delitos.
“Dependiendo del progreso de esos casos en el sistema de justicia penal norteamericano, la extradición de los funcionarios acusados (Osiris y Marroquín) podría ser solicitada”, expresó Ponce.
En ese sentido, según lo planteado por Ponce, cobra importancia el proyecto de la nueva ley de extradiciones que se encuentra revisando la Corte Suprema de Justicia, de que “cualquier reforma que busque obstaculizar la extradición a Estados Unidos, blindaría a cualquier funcionario salvadoreño acusado en Estados Unidos de ser enviado a enfrentar la ley en ese país”.
Pero no solo los pandilleros podrían ser beneficiados, la nueva ley de extradiciones podría cubrir a otras figuras del crimen organizado que “podrían también salir beneficiadas”.
“El país también podría convertirse en un santuario para personas buscadas por Estados Unidos. De ser así, la revisión de tratado se convertiría en un incentivo más para convertir al país en un centro de operaciones del crimen organizado transnacional y hasta de grupos terroristas”, señala Ponce.
Pandillero Blue “jamás será extraditado”
Para la abogada Ruth Eleonora López, de Cristosal, el tema de extradición del pandillero del Blue no será extraditado a Estados Unidos.
“El Blue JAMÁS será extraditado, los funcionarios de Bukele necesitan asegurarse, mientras puedan, que ellos tampoco lo serán”, tuiteó la profesional en torno al manejo que están haciendo los magistrados que Bukele nombró en la Corte Suprema de Justicia en el tema de las extradiciones.
Añadió, “los únicos beneficiados con esto son los D E L I N C U E N T E S, esto NO BENEFICIA a la población”, algo que coincide con lo planteado por el criminólogo Carlos Ponce.