Expertos señalan opacidad en contratos para construcción de nuevo estadio y biblioteca otorgados por China

Abogados y expertos en transparencia critican que no se conozcan las condiciones establecidas por el país asiático para la donación y que el gobierno de Bukele oculta esa información.

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Trabajos de demolición de la Biblioteca Nacional para construir nuevo edificio con fondos de China. Foto EDH / Archivo

Por Milton Rodríguez

2022-01-03 4:25:56

Expertos en temas de transparencia señalaron opacidad en los contratos firmados para la construcción de un nuevo estadio y una biblioteca en el país, como parte de una gigantesca “cooperación no reembolsable” que brindará el gobierno de la República China a El Salvador.

Del 1 al 6 de diciembre de 2019, una comitiva liderada por el presidente Nayib Bukele viajó al país asiático y firmó un convenio en el que China se comprometió a desarrollar una serie de proyectos en El Salvador, entre los que se encuentran la construcción del Estadio y de la Biblioteca Nacional.

VER: Gobierno sin revelar a cambio de qué China construirá el Estadio Nacional de El Salvador

Sin embargo, abogados y expertos cuestionan la opacidad y poca información que se ha conocido hasta el momento sobre tales construcciones. Entre la escasa información que se ha podido conocer está el anuncio que hizo el presidente Bukele el pasado 30 de diciembre.

“El nuevo Estadio Nacional de El Salvador iniciará su construcción el próximo año y se ubicará en la actual Escuela Militar”, escribió Bukele en su cuenta de twitter, sin mencionar cuáles serían los costos del mismo.

El presidente de Acción Ciudadana, Humberto Sáenz, criticó precisamente “la poca o nula transparencia” de esto. “No sabemos cuáles han sido las condiciones en que se han concedido estas construcciones, si existió o no alguna especie de concurso y si es así, quién ha promovido esa licitación”, se preguntó.

Imagen de cómo se vería el nuevo Estadio El Salvador que donará China. Imagen de carácter ilustrativo y no comercial / https://twitter.com/nayibbukele/status/1476738990850158614

Además, cuestionó las condiciones económicas o los requerimientos técnicos para la construcción de estas estructuras, las remuneraciones que van a existir y si habrá o no participación de la mano de obra salvadoreña.

Explicó que la existencia o inexistencia de condiciones que haya podido establecer el país donante de los fondos, en sí mismo no es algo que pueda criticarse.

“Lo que se critica es precisamente que no conocemos cuales son estas condiciones y que hay una actitud por parte del Ejecutivo de ocultar información que debería ser divulgada y conocida absolutamente por todos”, enfatizó.

Recordó que los ciudadanos tienen derecho a saber qué es lo que se está haciendo con los fondos públicos y particularmente en este caso, con los fondos donados por países para la construcción de estructuras que se suponen tienen una utilidad pública.

“No es algo extraordinario lo que se está pidiendo, sino por el contrario, debería ser una política gubernamental, el transparentar la utilización de ese tipo de fondos y las condiciones contractuales, eso es lo que se critica”, aclaró.

"Poco se conoce sobre el proyecto"

Para Carlos Palomo, presidente de la organización Tracoda, “cualquier obra pública o proyecto en el que se pretende modificar o utilizar el patrimonio público debe ser lo más transparente posible, porque pertenece a la población en general”.

En consecuencia, él explicó que es importante que las entidades estatales hagan de conocimiento público las condiciones de trabajo, los alcances, los objetivos pretendidos y los recursos asociados, así como las justificaciones legales, técnicas y financieras para adoptar las decisiones que toman.

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“Hasta la fecha, poco se conoce sobre el proyecto, tales como las condiciones exigidas por el donante al país, los recursos provistos por el Estado, la justificación técnica para modificar o derribar otros edificios y similares”, sostuvo Palomo.

El experto en temas de transparencia, Wilson Sandoval, también criticó la opacidad en las contrataciones con China y apuntó que “cualquier donación que ingrese al Estado salvadoreño es precisamente para el Estado salvadoreño, es decir, no a nombre de un gobernante”.

A su juicio, estas son viejas prácticas que ya no deberían suceder hoy en día, pero que están sucediendo nuevamente. Sandoval recalcó que “debe rendirse cuentas de cada centavo que ingrese al Estado salvadoreño, no importa de qué gobierno venga, no importa qué partido sea, porque es hacia el Estado, es hacia la población y a la donación, no es para un presidente o un gobernante”.

Por su parte, el presidente de Fundación DTJ, José Marinero, manifestó que los términos de la relación con China y, en particular, de las donaciones han sido tratados con absoluta opacidad.

“En cualquier caso, sería bastante ingenuo desconocer, por un lado, los intereses geopolíticos de China en la región y, por el otro lado, los incentivos del gobierno de Bukele por buscar nuevos “aliados” dispuestos a financiarlo y, a la vez, condescendientes con su deriva autoritaria”, planteó.

"El Estadio y la biblioteca parecen ser gestos iniciales"

Marinero ahondó en que la duda principal es a qué costo está Bukele construyendo esta relación, de la cual el estadio y la biblioteca solo parecen ser “gestos” iniciales.

“Las obras con las que arranca esta relación, el estadio, la biblioteca y las mejoras al Puerto de la Libertad claramente no son prioritarias frente a la larga lista de necesidades en educación, salud, cultura y otros temas sociales y económicos”, razonó.

El presidente de fundación DTJ, dijo que asumiendo que fue el gobierno de Bukele el que decidió cuáles obras podía donar China, asunto que no es del todo claro, “creo que es una selección perfectamente lógica pues son muy visibles, monumentales incluso, en consonancia con la altisonancia de este gobierno”.

“Está claro que le importa más que se vean y que la gente lo asocie a su nombre, que sean en verdad prioritarias o que vayan a resolver necesidades de la ciudadanía”, criticó.

Eduardo Escobar, director ejecutivo de Acción Ciudadana, señaló que “esto es una muestra más de las prácticas opacadas de este gobierno en materia de la gestión pública y muestra que no es un gobierno transparente, sino que es un gobierno que oculta información a la ciudadanía”.

“Como el gobierno de China no exige transparencia al gobierno de El Salvador esto viene a generar esta situación donde no se conoce la información, es decir, la mayoría de gobiernos exigen o piden transparencia al gobierno salvadoreño en cuanto a todo este tipo de contratos o donaciones que se puedan hacer, pero acá no es exigencia, entonces esto genera que el gobierno de El Salvador oculte la información”, concluyó Escobar.