El exempleado de Casa Presidencial, Pablo Gómez, confirmó ayer en el juicio contra el expresidente Antonio Saca que él cobró cheques en efectivo, y que ese dinero lo iba a depositar a la caja de la Secretaría Privada de la Presidencia, cuyo titular era Élmer Charlaix.
“Yo cobré cheques en efectivo por órdenes superiores para operativizar los gastos reservados de la Presidencia”, dijo Gómez ante los tres jueces que integran el Tribunal Segundo de Sentencia.
También reconoció que él abrió dos cuentas bancarias para depositar fondos públicos, pero que fueron por órdenes superiores.
La defensa de Gómez le pidió al tribunal que permitiera declarar a Gómez porque quería demostrar su inocencia.
“Recibía los cheques, me iba al banco con seguridad de Casa Presidencial, salía con el dinero y yo se lo entregaba a la caja de la Secretaría Privada de la Presidencia”, dijo Gómez.
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“Jamás me he apropiado de esos fondos… jamás tuve más de una hora esos fondos conmigo”, añadió.
Sostuvo que él solo cumplía con su trabajo porque así se lo ordenaba su jefe, Francisco Rodríguez Arteaga. Según dijo, si se hubiese enterado de que el dinero que iba a cobrar iba a ser desviado con otros propósitos, él hubiera renunciado a su cargo porque no hubiera perdido su único patrimonio que es su casa.
“Todo ha sido órdenes que he recibido de las autoridades superiores”, insistió Gómez, por tal motivo dijo que decidió no someterse a un proceso abreviado porque es inocente de las acusaciones que le formula la Fiscalía General.
“En aras de la verdad y la justicia, le pido (al tribunal) una consideración de su fallo para mi persona. Me considero inocente”, declaró Gómez.
Según el excontador, el millón de dólares que encontraron en una cuenta bancaria a su nombre fue el saldo que quedó después de que depositaran fondos públicos de los gastos reservados, pero que él nunca tomó ese dinero.
Una muestra de ello, explicó, es que nunca ha comprado bienes ni inmuebles después de 2004 ni tampoco después de 2009.
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Los bienes que se les confiscaron a la pareja serán puestos a disposición de Juzgado de Extinción de Dominio.
Empleados de un banco declararon la semana pasada que Gómez llegaba a cobrar cheques a su nombre hasta $500 mil semanales.
Luego de la declaración de Gómez, la Fiscalía General comenzó los alegatos finales.
Los fiscales del caso aseguraron en el juicio que “los imputados violaron la normativa SAFI, para abrir cuentas particulares y apropiarse de fondos públicos”.
Explicaron que los procesados Charlaix, Rodríguez Arteaga y Gómez abrieron 16 cuentas bancarias para depositar 298 millones 683 mil dólares de la cuenta de gastos reservados o partida secreta.
Además, reiteraron que Saca recibió otros cuatro cheques con un monto de un millón 663 mil dólares, según los fiscales.
“Son 300 millones 347 mil 117 dólares los que se ha peculado (sustraer dinero público) en este caso. Un monto que ha perjudicado al Estado de El Salvador, un monto que ha perjudicado a los salvadoreños”, dijo uno de los fiscales a los jueces.
Está previsto que la Fiscalía y la defensa terminen hoy de hacer sus alegatos finales y que el Tribunal señale una fecha para dar el veredicto.
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Luis Peña, defensor de Charlaix, dijo que los testigos solicitados los han categorizado en: personal del Ministerio de Hacienda y Casa Presidencial, un banco y exfuncionarios de gobiernos anteriores.
El juicio contra el expresidente, sus tres exsecretarios y los tres exempleados administrativos inició el 7 de agosto pasado. Seis de los imputados pidieron a los jueces someterse a un procedimiento abreviado a cambio de confesar los delitos de que se les acusa, por lo que únicamente purgarían penas de entre 3 y 10 años de cárcel.