El simbólico agradecimiento de Idalia por haberse graduado de enfermera durante la pandemia de COVID-19

Ahora la profesional sueña con tener un empleo para sacar adelante a su madre que trabaja en la agricultura, al igual que sus hermanos.

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Foto EDH Lissete Lemus

Por Lissete Lemus

2020-12-30 10:14:02

Idalia Mabel García cumplió su promesa que hizo hace cinco años, cuando comenzó sus estudios de enfermería en una universidad privada de San Miguel. El pasado 29 de diciembre, sola, con su título en mano permanecía sentada en silencio en una de las bancas solitarias de la catedral de San Miguel, una escena poco usual que llamaba la atención en medio del vacío de la majestuosa edificación, símbolo de orgullo y fe para los residentes católicos de San Miguel, al oriente del país.

La joven de 23 años ataviada en un modesto vestido negro llegó a agradecer a Dios, minutos después que recibiera su título que la acredita con una Licenciatura en Enfermería, de la Universidad Andrés Bello del municipio de San Miguel, y antes de dirigirse en una unidad de transporte público hasta el cantón La Montañita, en el municipio de Osicala, donde reside junto a su madre, su hermana de 17 años y su hermano de 12 años.

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Idalia se decidió por estudiar enfermería desde pequeña sin saber que eso la llevaría a estar al frente de la pandemia global del COVID-19, que ha matado a millones de personas de todo el mundo. “Cuando era pequeña yo veía a las enfermeras como ayudaban a las personas más necesitadas, conforme fui creciendo me di cuenta que lo mío era ayudar a los demás y que se siente una gran satisfacción ayudar a las demás personas”, comenta la joven.

Cuando la pandemia del coronavirus ingresó al país, Idalia se encontraba realizando su servicio social en el hospital de San Francisco Gotera, como todo el personal de salud por momentos sintió la incertidumbre de enfrentarse a un virus totalmente desconocido. “Fue difícil pero fue una gran enseñanza para nosotros porque ahora ya tenemos la experiencia de cómo enfrentar una situación de esa magnitud, aprendimos a cuidarnos y a cuidar a los demás”, comenta con satisfacción la recién graduada.

Idalia haciendo su servicio social en el hospital de Gotera. Foto Cortesía

Idalia sueña con conseguir un trabajo en el hospital de Gotera y de esa forma ayudar económicamente a su madre Rosa Mélida, quién se dedica al trabajo de la agricultura. Rosa nunca tuvo acceso a la escuela y en la vida ha ido aprendiendo un poco a leer y a escribir pero hizo un esfuerzo enorme para que su primera hija tuviera la oportunidad de ir a la universidad.

 

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Idalia se ha convertido en la primera enfermera del cantón La Montañita, pero para ello durante sus estudios debía viajar unos 50 kilómetros diarios entre caminar y transportarse en el bus para poder recibir clases en la universidad de San Miguel. En el año social, la joven tuvo la experiencia de conocer el trabajo en la sala de parto y cirugías y ahora solo desea una oportunidad.