Daniel Castillo es un alumno destacado en el Instituto Nacional Francisco Menéndez (Inframen), de San Salvador, lleva buenas notas y forma parte de la banda de paz en ese centro de estudios. La cuarentena domiciliar obligatoria sumergió en la necesidad a su familia, pero lejos de truncar sus sueños, el 2020 ha potenciado las aspiraciones de este joven.
Su madre vende piñatas de forma ambulante y no podía salir a vender por las restricciones de movilidad y porque su producto tampoco tenía demanda. Su hermano mayor trabajaba en una empresa de vallas publicitarias y fue suspendido en los meses de mayor restricción.
Por medio de personas conocidas, pudo conseguir un empleo que sería el salvavidas de su casa. Daniel se fue a trabajar a un negocio que se encargaba de proveer los alimentos a militares que trabajaban en actividades relacionadas a la emergencia.
“En un momento fui el único ingreso en mi familia. Pasé como tres meses sin poder ir a la casa”, relató Daniel durante una visita al Inframen, donde junto con sus compañeros se reunieron para realizar una última marcha con la banda de paz, a puerta cerrada debido a las medidas de prevención ante la pandemia por COVID-19.
Pero ni la pandemia ni la comodidad han sido limitantes para que Daniel siga trabajando por convertirse en bachiller este año. Siguió sus estudios con relativa normalidad, en medio de un trabajo temporal que resultaba demandante.
“Como sabía que no iba a volver en un buen tiempo (a casa), lo que hice fue llevarme los cuadernos y libros donde estaba trabajando. Ahí, en los ratos libres que me quedaban a veces, hacía las tareas y pedía ayuda porque no me quedaba tiempo”, explica Daniel.
Un alumno destacado con fuertes aspiraciones
Él platicó a sus profesores de su situación y encontraron un método para poder continuar con los estudios. “Por medio del teléfono veía las guías, los ejercicios y los desarrollaba en los cuadernos, luego, yo los mandaba por fotos. Con los profesores tenía contacto a través del correo, la plataforma y el Whatsapp”, recuerda Daniel.
Daniel está a punto de convertirse en bachiller, cursa último año de Bachillerato en Comercio y es un alumno destacado. Tanto es así, que su coordinadora se contactó con él porque veía su buen desempeño académico y conductual como un potencial para aplicar a una beca en la Escuela Superior de Economía y Negocios (Esen).
Para aplicar a la beca tuvo que redactar un ensayo y someterse a entrevistas en línea. Únicamente le falta aprobar un examen que se realizará el próximo 26 de septiembre, pero se muestra positivo y con la certeza de que aprobará. Para ello, ha estado recibiendo clases en línea.