Margarita Solórzano Vásquez, de 41 años, no ha tenido paz desde el pasado miércoles 3 de marzo, hasta el punto que ha abandonado su trabajo. Esa noche, a las 7:23 tuvo la última conversación a través de un chat con su hijo Jordin Genaro S., de 17 años.
“Mamá, todo bien, nada más quiero decirle que si puedo pedir una sopa” le escribió su hijo mientras ella hacía la fila para cobrar su pago por el trabajo realizado ese día. Desde entonces no sabe nada sobre el paradero de su hijo.
Según familiares que se encontraban en la vivienda, Jordin salió de su casa en la comunidad Fenadel Sur, sin comentarle a nadie hacia donde iba, y desde esa noche ya no regresó.
La angustia de Margarita comenzó al ver que su hijo no regresaba pasada las 10 de la noche, ella intentó llamarle en varias ocasiones, pero el celular de Jordin ya se encontraba apagado.
Al día siguiente, Margarita ya no se presentó a su trabajo como auxiliar de un equipo que se dedica a la entrega de paquetes que el gobierno distribuye de casa en casa, y comenzó la intensa búsqueda por hospitales, oficinas de Medicina Legal y delegaciones policiales, sin encontrar una respuesta sobre el paradero de su hijo. "Esto es muy duro para mí, ya no sé qué hacer", expresa.
Margarita ha contactado a los mejores amigos de Jordin, pero ninguno ha tenido noticias de él desde el pasado miércoles.
El día de su desaparición, el joven vestía camisa y pantalón negro, zapatos blancos, llevaba siempre una cadena con un dije de un cristo y un corazón y una pulsera alusiva a Nayib Bukele.
Jordin Genaro es estudiante de séptimo grado del centro escolar Monseñor Basilio Plantier, localizado en el Barrio San Esteban, en San Salvador, sin embargo, por el momento se encontraba recibiendo sus clases en línea.
Cualquier información sobre Jordin pueden hacerla llegar al 61732478 y al 79937755.
