“Hay preocupación en los EE.UU. sobre El Salvador”, dice experta estadounidense

Joe Biden promueve democracia, derechos humanos y combate a la corrupción. Cynthia Arnson, directora para América Latina del Woodrow Wilson Center, afirma que esos principios serán reconfirmados en la Cumbre de la Democracia a realizarse el otro mes.

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Por Eugenia Velásquez

2021-11-18 10:24:31

Hay un estilo diferente de gobernar de Joe Biden en comparación con su antecesor Donald Trump, y algo de esto tiene que ver con la reafirmación de los principios básicos sobre la importancia de la democracia, los derechos humanos y de tener gobiernos transparentes, eficaces y no corruptos, explicó Cynthia Arnson, Directora para América Latina del Woodrow Wilson Center for International Scholar.

La experta participó junto a otros panelistas en el VII Foro Internacional de Análisis Político auspiciado por la Fundación Nacional para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), evento que se desarrolló en modalidad virtual y contó con varios especialistas en una conferencia magistral para exponer sus puntos de vista sobre “la administración Biden y la nueva política hacia América Latina”.

En ese sentido, Arnson manifestó que en la Cumbre de la Democracia que se llevará a cabo en diciembre o en la Cumbre de Las Américas lo más seguro es que Biden buscará “como se pone carne sobre esos huesos”.

Según dijo, esto plantea grandes desafíos ya que la democracia en América Latina se ha visto muy polarizada, ahora la ciudadanía demanda un mayor reconocimiento no solo en materia económica y social, también en derechos políticos y civiles.

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“La administración Biden reconoce que el crecimiento de los años anteriores no ha resuelto las brechas enormes de desigualdad que existen y que han sido empeorados entre los terribles meses de la pandemia”, afirmó.

Sin embargo, pese al enorme esfuerzo que Biden ha mostrado sobre todo en los países del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), parece que esto no ha sido suficiente para frenar la corrupción y la impunidad.

Arnson explicó que en el caso específico de El Salvador si bien ha existido una condena de Estados Unidos por los hechos inconstitucionales como la destitución de los jueces y el fiscal, así como la persecución de la corrupción, esto ha dado pocos resultados.

La Asamblea dominada por los diputados del presidente Nayib Bukele, dieron un golpe de la democracia y a la Constitución desde el 1 de mayo destituyendo a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general; posteriormente reformaron la Ley Orgánica Judicial para depurar a los jueces que le eran incómodos para gobernar.

Ante todas estas acciones el gobierno de Biden se ha pronunciando enérgicamente condenando las violaciones a la democracia, incluso, sancionando a muchos de los actores principales al incluirlos en la Lista Engel, que conlleva a la suspensión automática de la visa durante tres años para poder ingresar al territorio estadounidense.

En esa nómina de 19 sancionados figuran algunos funcionarios del gobierno de Bukele como la Comisionada Presidencial, Carolina Recinos; el ministro de Trabajo, Rolando Castro; el secretario jurídico de la Presidencia, Conan Castro; el director de Centros Penales, Osiris Luna Meza; y el presidente de la Corte Suprema de Justicia impuesto, Óscar Alberto López Jeréz, entre otros.

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La Encargada de Negocios de la Embajada de los EE.UU. Jean Manes, no descarta que el gobierno estadounidense siga incluyendo a más personeros en esa Lista Engel. “Vamos a seguir agregando nombres”, manifestó Manes el pasado 21 de septiembre.

También analistas en política externa como Napoleón Campos, advierte que ante la continuación de los graves atentados a la democracia por parte del gobierno, puede darse que EE.UU. aplique en El Salvador la Ley Magnitsky, la cual penaliza con más sanciones a personas que hayan cometido o estén involucradas en asesinatos extrajudiciales, torturas y otras violaciones graves a derechos humanos. Para los sancionados esto conlleva al congelamiento de sus activos en el extranjero.

Pero para Arnson estas medidas no han logrado calar ni en El Salvador ni en Nicaragua, en donde también el presidente del régimen Daniel Ortega, ha seguido un libreto de violaciones a los derechos humanos que le valió ganar nuevamente en las urnas de manera ilegal encarcelando a todos sus contrincantes.

“Hay preocupación en El Salvador más allá de incluir (a personas) en la Lista Engel (como medida de sanción), no se ha encontrado la fórmula frente a los desafíos, ojalá que en Cumbres de la Democracia de Las Américas, haya más comunicación sobre lo que se necesita hacer más allá de los instrumentos internacionales”, afirmó Arnson.

Sobre el tema de Nicaragua, Jorge Castañeda, Excanciller mexicano y catedrático de la Universidad de Nueva York, criticó pasividad en la administración Biden de cabildeo para aplicar el Art. 21 de la Carta Interamericana para sancionar a Ortega.

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Por otro lado, Arnson dice que mira un cambio ligero en las políticas de Biden con Venezuela, ya que apoya la negociación como una salida en vez de amenazar con invasión.

En el Foro también estuvieron presentes Jonathan Hartlyn, Decano del College of Arts and Sciences, de la Universidad de Carolina del Norte; Miriam Kornblith, directora Senior del National Endowment for Democracy; Laurence Whitehead, Catedrático de la Universidad del Sur de California y Presidente emérito y miembro del Consejo del Pacífico sobre Política Internacional; y Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano.