EE. UU. se acerca a Honduras mientras El Salvador sigue tensando vínculo con Washington

Expertos en política internacional apuntan que mientras Bukele apuesta a que lobistas resuelvan sus diferencias con Washington y busca apoyo en otras latitudes, Honduras parece aprovechar de una buena interlocución con el gobierno de EE. UU.

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Xiomara Castro, presidenta de Honduras, sostuvo una reunión bilateral con la vicepresidenta de EE.UU. Kamala Harris.

Por Eugenia Velásquez

2022-01-28 9:25:37

El gobierno de Estados Unidos se ha volcado a Honduras al ver el desinterés mostrado por el presidente Nayib Bukele por establecer espacios de cooperación con ese país para frenar la migración, la corrupción y el narcotráfico. Así lo señalan expertos en política exterior y en derechos humanos consultados por El Diario de Hoy.

La decisión de Bukele de distanciarse de su principal socio y buscar espejos y apoyos financieros en otras latitudes, por ejemplo, en su reciente visita a Turquía y a los Emiratos Árabes, ha hecho que el presidente estadounidense Joe Biden, ordene una priorización de la política externa en Centroamérica un poco distinta a la que se había venido observando, afirman los expertos consultados.

Esto se denota con la presencia de altos funcionarios del gobierno de EE.UU. en la toma de posesión de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y se refuerza con el encuentro bilateral que sostuvo la vicepresidenta Kamala Harris con su homóloga hondureña a pocas horas de asumir su cargo.

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“Una gran alegría ver la democracia en acción hoy en Honduras. Espero trabajar con Xiomara Castro y su gobierno para promover prosperidad y seguridad para nuestros ciudadanos y la región”, publicó en su Twitter Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental.

Migración, punto central

La directora anticorrupción de Cristosal, Ruth Eleonora López, explica que para Estados Unidos sí es importante la región por las altas tasas de migración de estos países hacia EE.UU. Dice que es un fenómeno catalogado en ese gobierno como un “problema de seguridad nacional”.

"EE. UU. pone sus ojos (en Honduras) buscando alianzas, buscando contraparte para interlocutar y encontrarle solución a los problemas de la región. Lo que pasa es que la región está inmersa en un círculo de corrupción”, argumenta López.

La experta de Cristosal añade que cuando la presidenta Castro dice que va a enfrentar la corrupción, cosa que no ha hecho ni El Salvador ni Guatemala, EE. UU. encuentra en ella una interlocución. Además, con el anuncio de una nueva comisión anticorrupción con apoyo internacional, ve que “se abre una puerta importante para Estados Unidos de cooperación y de apoyo”.

López señala que aunque a Bukele le interesa más estrechar lazos de cooperación con países en donde los salvadoreños no ven oportunidades de migrar, la población sigue buscando a Estados Unidos, porque en el país no tienen oportunidades para salir de la pobreza y recientemente les asalta otro temor: perder las garantías constitucionales de libertad de expresión y de derechos humanos.

“Si la gente se va de nuestros países es porque no tienen oportunidades, y las oportunidades no existen, tanto porque los gobiernos son mediocres y corruptos como la falta de voluntad política misma para enfrentar los problemas de manera integral”, asegura López, quien añade que esto solo se logra cuando no hay corrupción.

Pero también hace otra acotación: si la corrupción no se combate no puede haber democracia.

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López considera que El Salvador podría quedarse rezagado en estos temas, pues otros países exploran una buena vinculación con Washington basada en compromisos compartidos por la democracia mientras Bukele sigue pensando que al contratar lobistas con sumas millonarias limará las asperezas con el gobierno de Estados Unidos.

Que Bukele fortalezca sus relaciones con otros países que no sea Estados Unidos en busca de otras alternativas de cooperación e inversión no es el problema, aclara López. El problema es a qué costo se estrechan estos lazos y qué compromisos se están adquiriendo a espaldas de la población salvadoreña.

El reto para Honduras

Pese a que la presidenta de Honduras ha oxigenado el ambiente con sus promesas de combate a la corrupción y el respeto a la independencia de los poderes, tiene sobre sí un enorme reto, adujeron Napoleón Campos, experto en política internacional y Celia Medrano, consultora en derechos humanos.

Según Campos, Castro ha quedado en una posición delicada y comprometida tras el espaldarazo del gobierno de EE.UU. que le tiende la mano, pero inicia su gobierno con actos que demuestran una continuidad de los malos hábitos de su esposo, el expresidente Manuel Zelaya.

“Vemos que ella arranca su gobierno con nepotismo, reciclando figuras polémicas que fueron cómplices del gobierno de su esposo”, apuntó Campos.

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Cuando Zelaya gobernó, además de coquetear con el chavismo, intentó buscar la reelección, por lo que fue derrocado. Doce años después, su esposa y presidenta afirma que mocionará para volver ilegal la permanencia más allá de un periodo.

Por este tipo de situaciones, Celia Medrano pone en duda que el gobierno de Honduras mantenga una posición distante con Bukele, por lo que recomienda a Castro marcar distancia de gobiernos centroamericanos que han mostrado ser “autoritarios, militaristas y populistas” (ver notas aparte).