¿Cuál ha sido la elección presidencial con menos participación de votantes?

Aunque la participación respecto al padrón sea baja, si un candidato obtiene el 50 % más uno de los votos su elección como presidente es legítima.

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Foto de referencia EDH/Menly Cortez

Por Karla Arévalo

2019-02-07 8:49:19

Las elecciones presidenciales del domingo representan una de las participaciones electorales más bajas desde 1994. En las elecciones del pasado tres de febrero, solo la mitad de los salvadoreños aptos para votar acudieron a las urnas por lo que Nayib Bukele fue electo presidente con el 50.3 % de participación electoral. Este porcentaje solo es superado por el 38 % de participación con el que fue electo presidente Francisco Flores en la elección de 1999, cuando se agenció el 51.96 % de los votos válidos.

La legislación en El Salvador no exige un porcentaje mínimo de asistencia a las urnas, si esto ocurriera ¿cuál habría sido el escenario en las elecciones donde Francisco Flores ganó la presidencia con una participación del 38 % de padrón electoral?

El director ejecutivo de Acción Ciudadana, Eduardo Escobar, opina que cualquier elección menor al 50 % de participación electoral adquiere una legitimidad mínima. “No hay un límite de participación y por lo tanto, cualquier elección, independientemente del porcentaje de asistencia, adquiere una legitimada mínima… y obviamente sí adquiere legalidad porque se desarrolló dentro del marco de la ley”.

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El FMLN y ARENA perdieron votos a escala nacional, incluso en sus departamentos bastiones. En el departamento de San Salvador, el FMLN recibió solo el 10.5 % de los votos. Ni en 1994 recibió tan pocos votos.

Pero si evaluamos la calidad de esa legitimidad, Escobar agrega que sin lugar a duda “hay un déficit democrático”. El déficit ocurre cuando menos de la mitad de la población apta para votar decide no asistir a las urnas. Entonces, “no aparece la mitad de la población validando a esas autoridades electas”.

Si esto lo comparamos con los resultados del 3 de febrero, donde el 50.3 % de salvadoreños empadronados fueron a votar, significa que “por un poco de votos, (Nayib Bukele) tiene el mínimo democrático exigido. Ese mínimo democrático exigido, en cualquier decisión que se tome, es de la mitad más uno”, explica Escobar.

Las elecciones con las participaciones más altas fueron las de 2004 donde Elías Antonio Saca y Schafik Handal competían por la presidencia de El Salvador. En ese entonces, el padrón estaba arriba de los 3 millones de salvadoreños y hubo un 67.3 % de participación.

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Otra de las elecciones con alta participación fue en la elección de 2009 con Rodrigo Ávila de ARENA y Mauricio Funes del FMLN. Esa vez la participación electoral fue del 62.9 % de salvadoreños empadronados. Escobar dice que esas elecciones tuvieron un margen de legitimidad “alto” porque votó más del 60 % de la población empadronada: “Ahí sí hay una diferencia”.

El porcentaje de participación electoral se calcula sumando los votos para los partidos en contienda más los votos nulos, los impugnados y las abstenciones. Esto se dividen entre el número de salvadoreños inscritos en el padrón y se conoce la participación electoral.

Las elecciones mencionadas anteriormente han tenido mayor participación electoral respecto al padrón. Incluso, la elección presidencial en segunda vuelta en 2014 tuvo más de 3 millones de salvadoreños que salieron a votar. Desde esa elección no ha habido mayor número de votantes para las presidenciales.

¿Qué falta para aumentar la participación electoral? Escobar considera que se deben analizar previamente el estado de la cultura política y la cultura autoritaria a las que considera “una mezcla” en El Salvador. “Hay una cultura política híbrida donde hay elementos democráticos y elementos autoritarios”. Una política democrática implica que la ciudadanía participe de la gestión pública. En cambio, en la política autoritaria, la ciudadanía tiende a ausentarse de lo público. “No le interesa y deja de participar en espacios públicos como votar”, explica Escobar.

La participación electoral se calculó con base en 9,568 actas. El dato puede variar hasta que el Tribunal cierre el escrutinio final.