Para el especialista educativo Óscar Picardo Joao, si bien la medida de frenar el retorno a clases presenciales es acertada, este punto es crítico sobre todo para el nivel preescolar, ante el hecho de que algunos padres no ven atractivo matricular a sus niños si no tienen garantizada la atención directa del maestro.
En este nivel se atienden niños de entre cero y seis años de edad.
Picardo Joao precisa que de igual forma es preocupante que, dada la brecha digital estos niños, puedan quedarse rezagados, sobre todo si otras opciones alternas o multimodales de atención que el Ministerio de Educación ha dado para atender a los estudiantes no les resultan funcionales.
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Según expresó, en preescolar es clave que se desarrolle la motricidad fina y sensorial de los infantes, pero dado que es bien difícil mantener cautiva su atención, él propone que se elaboren guías sencillas para orientar a los padres de familia cómo trabajar estos aspectos con sus pequeños.
“Hay que diseñarse una serie de estrategias creativas. Creo que hay experiencias a nivel global, como para considerar qué están haciendo en otros países y cómo están resolviendo”, insiste.
Picardo propone cuatro guías como herramientas domésticas que beneficiarían a padres que trabajan y dejan a los niños con otras personas: la primera estaría encaminada a dar estimulación temprana, la segunda a desarrollar la motricidad fina y gruesa; la tercera a generar las bases de lecto-escritura y la cuarta una guía de socialización.
“Son guías para los papás en donde se les puede establecer pautas de ejercicios lúdicos para que hagan con los niños, jugar con colores, con números, con formas, pero que sea algo guiado, no al azar”, indica.
A través de estas guías recomienda trabajar con los niños en ocho áreas o constructos: atención, memoria, lingüística, espacial, secuencial, motor, social y superior.
El pedagogo mantiene una preocupación ante la posibilidad de que muchos padres de familia con hijos en edad preescolar caigan en la práctica de dejarlos viendo televisión o el teléfono celular, con tal de que pasen entretenidos, algo que considera demasiado riesgoso.
Aclara que todas las actividades lúdicas que programan los maestros con los niños de esas edades tienen un propósito en el desarrollo del niño, no se trata de simples juegos.
En este contexto, resalta la importancia de que los padres de familia matriculen a sus hijos en los centros escolares, puesto que su educación no solo trata de irlos a dejar a un lugar para que los atiendan, sino que ellos de la mano de los maestros trabajen para que sus cerebros crezcan y se desarrollen bien.
De acuerdo con sus palabras, si en medio de la pandemia no se presta atención debida a la educación, en este nivel educativo habrá “problemas mucho más serios de aprendizaje de matemáticas y de lenguaje más adelante”.