“Las correcciones o el ‘nuevo enfoque’ que tanto el Presidente como su Ministro de Salud han abordado en sus discursos son un monumento a la mentira, a la megalomanía y al despilfarro de recursos”, opinó el doctor Eduardo Espinoza, exviceministro de Salud en el gobierno anterior del FMLN y quien estuvo involucrado de lleno en el trabajo, desarrollo y aprobación del Programa Integrado de Salud II (Prides II).
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“Un monumento a la mentira, porque no han movido un dedo para gestionar el proyecto que fue aprobado en 2018 y su primer desembolso fue hecho en 2019 para las necesarias consultorías especializadas previas a la obra. Es decir, les quedó todo servido para que, arrancando con su administración, ya hubieran concluido la obra hospitalaria”, criticó.
Espinoza, quien es miembro coordinador de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (ALAMES) en El Salvador, añadió que “es también un monumento a la mentira por querer negar la realidad del proyecto original. Han querido ocultar que mantienen los mismos objetivos, las mismas especialidades, los mismos procedimientos, las mismas nuevas áreas y para ello recurren a la mentira y a cambios cosméticos que solo elevarán los costos o reducirán la inversión en Nejapa o en el fortalecimiento estratégico de las Unidades de Salud, Centros de Referencia y Hogares de Espera Materna en el territorio”.
Para Espinoza, “esto es una clara muestra de incapacidad y mala fe, que solo persigue satisfacer su ego, menospreciando el urgente e importante trabajo en las comunidades para privilegiar la rentabilidad mediática de obras faraónicas. Es un monumento al despilfarro porque demoler la torre de especialidades y volverla a construir desde cero, tiene un doble costo que además de ser innecesario, no estaba proyectado. Los costos adicionales seguramente se harán a costillas de los otros componentes del proyecto”.
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