Motos, carros, pavos reales, tortugas, tucanes, macetas, girasoles, sillas y sofás entre otras cosas son las que Erick Ventura, de 30 años de edad, puede crear con llantas viejas, herramientas, un poco de pintura y mucha creatividad.
La “Aventura de la Llanta” como se llama su negocio, inició hace 8 años como un lugar para reparar llantas dañadas o cambiar algunas, pero luego se hizo de una buena cantidad de llantas viejas que lo único que le dejaban eran zancudos.
“Decidí hacer algo para reutilizar lo que para otros ya no tenía utilidad. En un mes podemos recoger hasta 250 llantas viejas, pero acá casi no vienen mucha llanta lo que hago es salir a recolectar a los negocios de llantas en San Miguel” cuenta Erick.
Puedes ver: Conoce la historia de los 21 cuerpos enterrados en la iglesia El Rosario
Su negocio está ubicado en cantón Hato Nuevo, San Miguel, carretera Ruta Militar, salida a Santa Rosa de Lima, atienden todos los días y esto es debido a que son varias las personas que se muestran interesadas en adquirir una de estas piezas y con ello contribuir al medio ambiente.
“Muchas personas hacen algo que no es correcto, quemar las llantas o tirarlas al río, también las dejan en el predio baldío y eso es feo, nosotros le damos esta utilidad. A veces pienso que tengo muchas llantas, pero a la vez ponemos mano a la obra y comenzamos hacer masetas” dice Erick quien se siente orgullo de su trabajo.
